Comunicado de prensa - febrero 1, 2012
La reforma de la Ley de Costas, que abrirá nuevos usos en el litoral virgen, y la tibieza en los compromisos de lucha contra el cambio climático son las principales preocupaciones de la organización. Sobre la intervención de hoy de la Comisión de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente en el Congreso de los diputados, Greenpeace expresa su temor ante la posibilidad de volver a viejas políticas de gestión del agua y ante la posibilidad de simplificar las exigencias del procedimiento de la Evaluación Ambiental.
“Tras el discurso del ministro,
queda claro que el actual gobierno considera que las políticas medioambientales son un obstáculo para el desarrollo económico y no una oportunidad para salir de la crisis”, ha declarado Mario Rodríguez, Director de Greenpeace España. “En espera de que se concreten al detalle las líneas estratégicas del ministerio, Greenpeace se opondrá rotundamente a cualquier medida que suponga una merma de los niveles de protección ambiental conseguidos hasta la fecha, especialmente en lo referido a
la Ley de Costas, la lucha contra el cambio climático y al control de la sobrepesca”. Ley de CostasEl anuncio de hoy ataca directamente a los principios fundamentales de defensa del litoral y el uso público de la costa. Si se alargan las concesiones más allá de 2018, se facilita la desafección del dominio público marítimo terrestre y se abre la puerta a nuevos usos en la costa la Ley de Costas deja de tener efecto.
Greenpeace destaca que
el discurso del ministro Arias Cañete es ambiguo e impreciso sobre la reforma de la Ley de Costas y sus plazos. El ministro ha asegurado que la reforma no va rebajar el nivel de protección de los ecosistemas costeros. Sin embargo, cuando señala que “frenar la actividad económica en litoral no garantiza su conservación” está abriendo la puerta a nuevos proyectos urbanísticos.
Política energéticaGreenpeace lamenta que el ministro no haya dejado claro si apoya una reducción de las emisiones europeas de gases de efecto invernadero de un 30% para 2020. Esta omisión es llamativa, cuando dos días antes de la comparecencia del ministro, la Comisión Europea ha publicado un estudio que muestra los claros beneficios económicos que se lograrían para cada uno de los Estados Miembros de la UE en aumentar la ambición de la lucha contra el cambio climático.
La organización ecologista pide al ministro que evite una nueva subvención con dinero público para las industrias más sucias, y asegure que la nueva asignación de derechos de emisión al sector eléctrico para después de 2012 se realizará completamente por subasta. Del mismo modo Greenpeace pide al Ministro Cañete que se encargue de que la lucha contra el cambio climático sea prioritaria en la política energética del Gobierno, para que sea una política sostenible, que deje de subvencionar a las energías más perjudiciales para el medio ambiente como los combustibles fósiles y la nuclear y retome el apoyo a las energías limpias.
PescaGreenpeace pide al nuevo ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente que centre sus esfuerzos en la reforma
de la Política Pesquera Común (PPC) para la protección de los océanos. La organización demanda un cambio que acabe con la sobrepesca y la sobrecapacidad pesquera, por tanto se deben aunar esfuerzos para luchar contra los descartes, establecer un sistema de cuotas justo y basado en los informes científicos y una mejora en la selectividad de los artes pesqueros.
Si el nuevo ministerio quiere marcar la diferencia en la gestión de las pesquerías dentro de España y en Europa
debe fortalecer aquellos sectores mayoritarios como el de la flota artesanal que representa el 80% del sector pesquero que genere empleo, un entramado socioeconómico y una pesquería sostenible.