Comunicado de prensa - febrero 17, 2011
Greenpeace ha mantenido una reunión con un equipo de técnicos del Banco Europeo de Inversiones (BEI), donde la organización ecologista ha facilitado información que demuestra que el proyecto de incineradora de Zubieta no tiene base jurídica, ni justificación económica ni cuenta con apoyo social. El BEI se ha mostrado muy receptivo a estos argumentos y se ha comprometido a estudiarlos a fondo, además, ha solicitado más información a Greenpeace.
Esta actitud dialogante del BEI contrasta con la de la Diputación Foral de de Gipuzkoa y su diputado de desarrollo sostenible, Carlos Ormazabal, que, lamentablemente, han ignorado sistemáticamente las demandas sociales y han hecho caso omiso a las propuestas de los colectivos contrarios a la incineración de residuos.
El encuentro con
el Banco Europeo de Inversiones se ha producido tras la queja presentada por Greenpeace el pasado verano contra la financiación del proyecto. El BEI ha mostrado especial interés por saber cómo se ha sido el proceso de participación pública y cuáles han sido las acciones y respuestas que la Diputación Foral de Gipuzkoa ha dado a las demandas e inquietudes ciudadanas.
Además, Greenpeace ha solicitado al BEI que retrase la entrega del crédito hasta después de las elecciones municipales del mes de mayo, ya que un préstamo como este trasciende a los actuales gestores. “La incineradora de Zubieta es una apuesta personal de algunos responsables políticos que no han sabido o no han querido cumplir lo establecido en los planes autonómicos, leyes estatales y normas europeas sobre gestión de residuos, y que han llevado a que en Gipuzkoa se haya puesto el freno al desarrollo de las instalaciones para la recuperación material de los residuos y al colapso de vertederos”, ha declarado Julio Barea, responsable de la campaña de contaminación de Greenpeace.
Greenpeace recuerda que el dinero que se pueda recibir del BEI es un crédito, no es una subvención y que no es justo que unos mandatarios que en 90 días podrían haber perdido sus cargos, firmen un préstamo que endeudará a Gipuzkoa durante las próximas décadas, y que será un freno al establecimiento de objetivos ambientales sostenibles para la recuperación material de los residuos.
“Para que la incineradora sea rentable no puede dejar de quemar cientos de miles de toneladas de recursos naturales no renovables todos los años. Residuos que con políticas sostenibles de gestión podrían ser recuperados materialmente y reciclados en un 90%. Y todo ello con las ventajas económicas, sanitarias, ambientales y sociales que supondría, ya que podrían generar hasta 39 veces puestos de trabajo que con la incineradora”, ha concluido Julio Barea.