WWF/Adena, Greenpeace y Ecologistas en Acción denuncian la falta de visión y de diálogo del Secretario General de Energía, Ignasi Nieto, que en vez de mejorar los presupuestos para el desarrollo de las energías renovables, promueve un nuevo marco tarifario que pone en peligro conseguir los objetivos eólicos del Plan de Energías Renovables.
Estos objetivos son fundamentales para el cumplimiento del
Protocolo de Kioto por parte de España. La respuesta de las
organizaciones ecologistas se debe a la confirmación por parte del
Ministerio de Industria de que quiere seguir adelante con la
revisión del Decreto 436 que establece un marco tarifario para las
energías renovables. Esta decisión va en contra de los informes de
la Comisión Nacional de la Energía, de las opiniones de las
organizaciones ecologistas y de productores de energías
renovables.
Las organizaciones ecologistas consideran que el Secretario
General de Energía, Ignasi Nieto, se equivoca ya que un marco
regulatorio deficiente y retroactivo puede ahuyentar las
inversiones, poniendo en peligro la consecución de los objetivos
eólicos para el 2010. Con ello el sector eléctrico no logrará
reducir sus emisiones y España se alejará aún más del cumplimiento
de su compromiso con el Protocolo de Kioto. Tampoco se cumplirá el
objetivo español y de la UE de conseguir para esa fecha que el 12%
de la energía sea de origen renovable. El año pasado se cerró con
un 6,9%.
Sería injusto penalizar al sector eólico en este momento, cuando
es el único que está eficazmente reduciendo las emisiones del
sector eléctrico, mientras otras tecnologías, como el carbón,
reciben subvenciones para seguir contaminando. Sólo para el año
2006 se aprobaron 1.400 M € en ayudas al carbón y además se le han
asignado derechos de emisión gratuitos, por lo que cada 1.000 kWh
electricidad producidos con carbón nacional nos han costado a todos
los consumidores más de 100 € y han emitido casi 1.000 kg de CO2
(más 0.8 kg de SO2 y 0.5 kg de NO2 que provocan las lluvias ácidas
y problemas respiratorios). Sin embargo, según el propio
Ministerio, la eólica ha recibido 93 € por cada 1.000 kWh, sin
haber emitido ni un gramo de gases de efecto invernadero ni de
contaminantes. Por tanto, la pregunta es: ¿quién se está
enriqueciendo a costa del calentamiento y la contaminación global?
¿Cuál de estas dos opciones, la eólica o el carbón, es la que nos
sirve para luchar contra el cambio climático, la contaminación y
conseguir un suministro energético sostenible a largo plazo?
Si, como dice el Ministerio, las primas a la eólica han supuesto
un 8% de la tarifa de 2006, hay que recordar que esta fuente de
energía está aportando ya alrededor del 10% de la producción de
electricidad. Los ecologistas no se oponen a que las primas a la
eólica se sitúen dentro de unos límites superior e inferior,
siempre y cuando ello no implique agravios comparativos con las
energías sucias ni aplicar las nuevas primas con carácter
retroactivo a las instalaciones existentes. En este caso cualquier
nuevo régimen para cualquier energía renovable, por positivo que
pueda parecer, carece de credibilidad, pues podría ser cambiado en
cuanto a un Gobierno le parezca. La pretensión de aplicar la
retroactividad para perjudicar a la eólica choca con la política
seguida por el Gobierno de remuneración a la energía nuclear, la
cual sigue cobrando desde 1984 en concepto de "moratoria nuclear"
más de 5 millones de euros cada año por unas centrales que nunca
entraron en funcionamiento, pago "justificado" porque la medida de
frenar esas centrales fue "retroactiva".
Además, utilizar la amenaza de subida de tarifas como
justificación para reducir las primas a la eólica es falso, ya que
antes se deberían evitar las subvenciones a las energías
contaminantes, y el mismo Ministerio de Industria ha reconocido que
es necesario subir las tarifas para acabar con el déficit y con el
derroche de energía.
Con esta propuesta el Ministerio de Industria está apostando
claramente por las energías contaminantes, en pleno contraste con
la urgencia actual que tiene el planeta de desarrollar energías
limpias que permitan un desarrollo sostenible para nosotros y
nuestros descendientes. Pedimos al Ministerio que reconsidere su
propuesta y la modifique para volver a asegurar el desarrollo
sostenido de la renovables en España, y que haga participar a todas
las partes interesadas en la toma de decisiones que afectan a toda
la sociedad.