Comunicado de prensa - marzo 9, 2009
Representantes de Greenpeace, acompañados de un oso polar, han entregado hoy sus peticiones a Pedro Solbes, ministro de Economía, y a Elena Espinosa, ministra de Medio Ambiente, ante la celebración mañana del Consejo de Ministros europeos de Economía en Bruselas. De esta forma simbólica, la organización ecologista ha querido recordar a los ministros los impactos del cambio climático ya evidentes y pedirles un compromiso firme de actuación inmediata y efectiva.
Representantes de Greenpeace, acompañados de un oso polar, han entregado hoy sus peticiones a Pedro Solbes, ministro de Economía, y a Elena Espinosa, ministra de Medio Ambiente.
Representantes de Greenpeace, acompañados de un oso polar, han entregado hoy sus peticiones a Pedro Solbes, ministro de Economía, y a Elena Espinosa, ministra de Medio Ambiente.
Representantes de Greenpeace, acompañados de un oso polar, han entregado hoy sus peticiones a Pedro Solbes, ministro de Economía, y a Elena Espinosa, ministra de Medio Ambiente.
Poznan, Polonia. 12 de diciembre de 2008. El oso polar sin hogar, refugiado ambiental, hace "auto-stop" para que alguien le lleve a Copenhague, donde un compromiso internacional se debe acordar en 2009 si se quiere evitar un cambio climático catastrófico.
Representantes de Greenpeace, acompañados de un oso polar, han entregado hoy sus peticiones a Pedro Solbes, ministro de Economía, y a Elena Espinosa, ministra de Medio Ambiente, con el lema "Zapatero no nos falles, salva el clima"
"El oso polar simboliza los impactos del cambio climático en el
planeta, incluida la pérdida del habitual medio de vida, las
cosechas o la seguridad alimentaria. Todos estamos expuestos a
estos efectos pero, paradójicamente, las consecuencias más
inmediatas y más graves van a darse en los países que son menos
responsables del problema, a los que debemos apoyar económicamente"
ha declarado Miguel Ángel Soto, responsable de la campaña Bosques
de Greenpeace. "La Unión Europea es uno de los principales
responsables de la crisis climática y ha llegado el momento de que
asuma su responsabilidad".
Greenpeace pide al ministro de Economía que, en el Consejo de
Ministros de la Unión Europea (UE) que se celebra mañana, apoye un
compromiso europeo de destinar 35.000 millones de euros anuales,
aproximadamente, para 2020 a la lucha contra el cambio climático en
los países en desarrollo. Estas cifras han sido determinadas en
función de la responsabilidad histórica y de la capacidad económica
de cada país, según lo cual España tendría que aportar 2.700
millones de euros.
Esta cantidad contribuiría a la cifra global de 110.000 millones
de euros que, según la organización, debe aportar el conjunto de
países desarrollados y que se desglosaría de la siguiente
forma:
- 40.000 millones de euros (anuales para 2020) en apoyo al
desarrollo de energías limpias;
- 30.000 millones de euros (anuales para 2020) para reducir la
deforestación y sus efectos en las comunidades locales;
- 40.000 millones de euros (anuales para 2020) para ayudar a las
comunidades en desarrollo a adaptarse a los efectos del cambio
climático.
En opinión de Greenpeace, estos fondos públicos deberían
obtenerse mediante el establecimiento de un nuevo mecanismo
financiero basado en la obligación de los estados de pagar por sus
emisiones de CO2.
"En España la crisis económica no es una excusa para evitar los
compromisos anteriores. Apoyar un mecanismo financiero que
proporcione fondos públicos para el impulso de las energías
renovables en los países en desarrollo es asegurar el crecimiento y
el empleo en uno de los sectores clave para salir de la crisis, tal
y como ha declarado el presidente de Gobierno", ha afirmado Aida
Vila, responsable de la campaña Cambio climático y Energía de
Greenpeace.