Un momento de la presentación de la Guía roja y verde el pasado 28 de febrero
Empresas como Santiveri o El Corte Inglés (1), después de que
Greenpeace identificara transgénicos en alguno de sus productos,
han demostrado que se trató de contaminaciones puntuales e
involuntarias, reiterando su política de absoluto rechazo a los
Organismos Modificados Genéticamente (OMG). La nueva documentación
aportada permite situarlas en la lista verde.
El éxito de las tres primeras ediciones, la constatación de un
cambio en la política de muchas empresas y el evidente rechazo
social a los transgénicos llevaron a Greenpeace a presentar el
pasado mes de febrero una cuarta edición actualizada de la Guía
Roja y Verde, disponible gratuitamente a través de la página web de
Greenpeace (2). Esta nueva versión, mucho más completa, contiene
novedades como los resultados de análisis de laboratorio en
determinados productos, el seguimiento fotográfico del etiquetado
de los productos o nuevas secciones como los alimentos "Dietéticos"
o las pastas.
En la lista verde están aquellos alimentos de los cuales
Greenpeace ha recibido garantías por parte de los fabricantes de
que no contienen OMG. En la roja están aquellos productos cuyos
fabricantes no garantizan a la organización ausencia de
transgénicos en sus ingredientes o aditivos, aquellos que han
arrojado resultados positivos en los análisis y aquellos que
reconocen el uso de transgénicos a través del etiquetado.
Los transgénicos u Organismos Modificados Genéticamente (OMG)
presentan graves riesgos para la salud, dañan irreversiblemente el
medio ambiente y provocan contaminaciones. Además, son una
herramienta en manos de un puñado de empresas para destruir la
soberanía alimentaria y ponen en riesgo los métodos sostenibles de
producción de alimentos. Son, en resumen, una grave amenaza para el
presente y el futuro de la biodiversidad y de la alimentación.
Sin embargo, existen todavía empresas que prefieren no ofrecer
las garantías necesarias para pasar a la lista verde. Algunos
ejemplos son Nestlé (incluído el fabricante Numil, de alimentos
infantiles), Unilever (Knorr, Ligeresa, etc), Pepsico (Matutano,
Lay's, etc), Ynsadiet (Hijas del Sol,etc), Hero o Nutrexpa
(Nocilla, Cola Cao).
"Es vergonzoso que, a pesar del rechazo de los consumidores por
los alimentos procedentes de cultivos que suponen un grave riesgo
para el medio ambiente, la salud y la economía, algunas empresas
sigan sin querer garantizar que no utilizan este tipo de
ingredientes" -ha declarado Juan-Felipe Carrasco, responsable de la
campaña contra los transgénicos de Greenpeace.
En España todavía entran del orden de 6 millones de toneladas
anuales de materias primas transgénicas. Además, el Gobierno ha
permitido que se sigan cultivando unas 75.000 hectáreas de maíz
transgénico que entran masivamente en la cadena alimentaria. Hace
unos días, el Ejecutivo español apoyó en la UE la aprobación de una
peligrosa patata transgénica.
"Como era de esperar, el Gobierno español volvió a situarse en
el campo de los que favorecen a las cuatro empresas
agrobiotecnológicas que pretenden inundar la cadena alimentaria de
alimentos "Frankestein", despreciando la salud de los ciudadanos y
la protección del medio ambiente", ha afirmado Carrasco. "En este
contexto político, las reacciones positivas de estas empresas son
un paso fundamental para las ciudadanas y los ciudadanos españoles,
quienes disponen ahora de un mayor número de productos que pueden
consumir sin temor a estar ingiriendo derivados de cosechas
transgénicas"
(1). En el caso de El Corte Inglés, hay que resaltar que las
garantías ofrecidas a Greenpeace, en función de las cuales cumple
los requisitos exigidos por la organización ecologista para figurar
en la lista de empresas que garantizan no vender transgénicos, son
exclusivamente sobre las marcas propias del grupo.
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Guía Roja y Verde de Alimentos Transgénicos