Comunicado de prensa - abril 24, 2005
La Presidenta del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), Mª Teresa Estevan Bolea, debe aclarar mañana en su comparecencia ante la Ponencia de Seguridad Nuclear de la Comisión de Industria, Turismo y Comercio del Congreso, por qué mintió en sus últimas intervenciones ante el Congreso y el Senado con respecto a la gravedad del suceso de corrosión del sistema de refrigeración de la central nuclear Vandellós-II.
Vista de la central nuclear de Vandellos-II
Vista de la central nuclear de Vandellos-II
En su comparecencia ante el Congreso (el
pasado 1 de diciembre de 2004) y ante el Senado (el 2 de marzo de
2005), Estevan Bolea, aún admitiendo en algún momento la relevancia
del suceso ocurrido en Vandellós-II, ocultó reiteradamente a los
parlamentarios la importancia del fallo del sistema de
refrigeración de esta central nuclear y presentó la información de
manera sesgada para minimizar su gravedad.
En las intervenciones referidas de Estevan Bolea ante el Congreso y Senado, la Presidenta del CSN insiste una y otra vez que “la central ha operado y está operando de forma segura”. Llegando a afirmar en el Congreso (1/12/04) que: “En este momento está garantizado que esta central está operando debidamente” o que “Está funcionando con toda seguridad porque si no no funcionaría”.
Multitud
de hechos demuestran la falsedad de las afirmaciones de Estevan Bolea,
siendo uno de los más recientes el fracaso de la prueba hidrostática
realizada los días 9-10 de abril para comprobar el estado del sistema
de tuberías que compone este sistema de agua de servicios esenciales de
la central nuclear.
La
prueba hidrostática salió muy mal, se produjeron abundantes fugas de
agua desde el principio de la misma (en la fase preparatoria, antes de
iniciar la presurización), lo que demostró el mal estado en que se
encuentra el sistema y que las reparaciones que se hicieron no habían
servido para nada.
A
pesar de la persistente connivencia mostrada por Estevan Bolea con
respecto a los sucesos de Vandellós-II, el pasado 7 de abril el Pleno
del CSN decidió por mayoría publicar un informe en el que se reconocía,
por un lado, la extraordinaria gravedad del suceso de corrosión del
sistema de agua de servicios esenciales de la central nuclear
Vandellós-II, que la central operó con márgenes de seguridad reducidos,
y por otro, que los propietarios de Vandellós-II (propiedad de Endesa e
Iberdrola, en un 72% y un 28% respectivamente) habían ocultado
sistemáticamente información sobre el malfuncionamiento de su
instalación y que habían priorizado sus intereses económicos sobre la
seguridad. Todo ello tal y como venía denunciando Greenpeace desde el
pasado mes de enero.
En
concreto el informe citado del CSN concluye (pag. 13), con respecto a
la actitud del titular de Vandellós-II que hubo, entre otros factores y
causas: "Primacía de la producción frente a la seguridad”, “Arranque de la central tras la rotura sin
los análisis de seguridad adecuados”, “Declaraciones de operabilidad
sin adecuadas evaluaciones de seguridad”, “Falta de sensibilidad
generalizada en la organización sobre la importancia para la seguridad del sistema de agua de servicios esenciales”, “Problemas organizativos y deficiencias en la gestión”.
Ante
esta situación, Greenpeace considera inaceptable la actitud de Estevan
Bolea de proteger los intereses de la central nuclear Vandellós-II a
costa de la seguridad de la población y del medio ambiente. Greenpeace
insta a los parlamentarios a que investiguen a fondo el asunto y que se
depuren responsabilidades hasta sus últimas consecuencias.