Pancarta en la que se puede leer "Reservas Marinas ya!" en Menorca (España).
Los océanos cubren el 70% de la superficie de la Tierra y tres
cuartas partes de la humanidad vive en áreas costeras. Somos
enormemente dependientes de los recursos marinos -aunque nuestros
océanos se enfrentan a amenazas como la sobrepesca, la
contaminación, el cambio climático y la desaparición de
especies.
Un nuevo
informe de la prestigiosa organización Worldwatch Institute, Oceans
in Peril: Protecting Marine Biodiversity (Océanos en peligro:
protegiendo la biodiversidad marina ), muestra la necesidad de
estas reservas marinas - áreas donde todos los usos extractivos y
destructivos, incluida la pesca, están prohibidos- y lanza un
retrato alarmante del grave estado en el que se encuentran los
océanos del planeta.
Escrito para el Worldwatch Institute por un equipo de expertos
de la Unidad Científica de Greenpeace en la Universidad de Exeter,
Reino Unido, este informe es una actualizacion de un estudio
anterior realizado por el mismo equipo en 1998. Los resultados han
sido sorprendentes por el rápido y grave deterioro que han sufrido
todos los océanos del planeta en menos de una década..
©Greenpeace/Grace Sharks entangled in a Japanese driftnet
"Estudios recientes, como el que muestra cómo el 90 por ciento
de los grandes peces predadores (tiburones, peces espada y atunes)
han desaparecido debido a la sobrepesca desde la década de los 50,
han ayudado a denunciar lo que está sucediendo bajo las olas, lejos
de las miradas de la mayoría de las personas", afirmó Paul
Johnston, jefe de la Unidad Científica de Greenpeace.
El informe destaca también nuevas amenazas para los océanos,
tales como su creciente acidificación, y subraya como la carrera
por unos recursos en constante disminución está llevando a los
ecosistemas marinos al borde del colapso.
También demuestra, con datos de la FAO (Organización para la
Agricultura y la Alimentación de la ONU), que el 76 por ciento de
los stocks pesqueros del planeta están totalmente explotados o
sobrexplotados. En 2005 se capturaron 158 millones de toneladas de
pescado, lo que supone un incremento del 700 por cien respecto a
1950. Las capturas registradas entre 1950 y 2000 muestran el
colapso de 366 de las 1.519 pesquerías que existen a nivel mundial,
el caso más conocido es el de la pesquería de bacalao de Grand
Banks en Newfoundland.
©Greenpeace/Grace Orange Roughy and bycatch in the Tasman
Sea
El informe Océanos en peligro
también se hace eco del engaño que supone la
acuicultura cuando se presenta como la solución mágica
a la crisis pesquera presentando datos alarmantes: la alimentación
de especies carnívoras, como salmones o langostinos, requiere
2,5 kilos de pescado para producir un kilo de estas especies, con lo
que se agrava aún más la crisis de los océanos.
Más grave aún es el caso del atún capturado en
alta mar y engordado en “granjas”; para su alimentación se
necesitan 20 kilos de pescado por cada kilo de atún producido.
El daño que sufren miles de animales marinos y el ecosistema
entero por los efectos del palangre y el arrastre de profundidad,
así como la sobrepesca de las aguas de los países en desarrollo,
agravado por una tasa de pesca ilegal que se estima en el 20 por
ciento del total (con un valor estimado de entre 4 .000 y 9.000
millones de dólares). Mientras que algunos países con suficientes
recursos para controlar sus aguas parecen querer poner en práctica
algunas medidas para proteger los recursos, hay muy poca, o
ninguna, regulación de cualquier captura realizada en aguas
internacionales; un asunto que es necesario poner en discusión
urgentemente a nivel internacional.
500-year old Gorgonian Coral trawled from the sea bottom by a
fish net. (Image ©Ministry of Fisheries NZ)
Pero no todo son malas noticias, en el informe se incluye una
serie de medidas que de ponerse en práctica podrían revertir la
tendencia actual, recuperando la productividad perdida de nuestros
océanos. Esa solución es el establecimiento de una extensa red de
reservas marinas por todo el planeta, que proteja las especies
vulnerables y sus hábitats, aumente la pesca en las zonas cercanas
a las reservas y amortigüe los efectos del cambio climático.
Las reservas marinas son la herramienta más útil y poderosa
disponible para detener y revertir el declive de nuestros océanos y
son aplicables tanto en alta mar como en aguas costeras. Los
océanos tienen una enorme capacidad de recuperación y en todos los
lugares donde se ha declarado una reserva marina, la vida
prospera.
Si queremos pescado mañana, necesitamos reservas marinas hoy.
Puedes ayudarnos a convencer a los gobiernos y a la ONU de la
necesidad de proteger nuestros océanos mediante la creación de una
red global de reservas marinas firmando esta petición (en
inglés):
Let the Oceans recover
I support the Greenpeace plan to protect 40 percent of the
world's oceans as Marine Reserves.