Comunicado de prensa - enero 29, 2008
El barco de Greenpeace Esperanza se ha visto obligado a volver a puerto debido a la escasez de combustible tras llevar dos semanas impidiendo que la flota ballenera japonesa cazara ballenas en el Santuario Ballenero Antártico (1). El buque del Gobierno australiano Oceanic Viking permanece todavía siguiendo a la flota ballenera.
Ballenas nadando cerca del barco Esperanza de Greenpeace en la Antártida.
En una persecución de 4.300 millas náuticas, el Esperanza ha
pasado catorce días persiguiendo al buque factoría de la flota
ballenera, el Nisshin Maru. Sin él, el resto de barcos de la flota
no pueden operar, por lo que todo el programa de caza ha estado
detenido todo este tiempo.
Se estima que la flota ballenera necesita capturar
aproximadamente nueve rorcuales aliblancos y un rorcual común cada
día para alcanzar la cuota auto-asignada de casi mil ballenas. Por
tanto, durante los catorce días que el Esperanza ha permanecido
junto al Nisshin Maru, 140 ballenas no han tenido que enfrentarse a
los arpones japoneses.
En una declaración transmitida por radio al Nisshin Maru, el
responsable de la campaña contra la caza de ballenas de Greenpece
Japón, Sakyo Noda, declaró: "creemos que su barco tiene orden de
Tokio de no permitir que nadie sea testigo de su falso programa
científico. Cada una de las personas que están a bordo de su barco
deben preguntarse por qué, si no hay nada que ocultar, necesitan
esconderse del escrutinio público". Noda hizo un llamamiento para
que la flota abandonara la caza y emprendiera la vuelta a
Japón.
Las protestas pacíficas emprendidas por Greenpeace en el Océano
Antártico contra la caza de ballenas han recibido una considerable
atención en Japón y tanto los medios de comunicación como el
público nipón comienzan a cuestionarse si es justificable el enorme
gasto público que supone cazar ballenas para generar toneladas de
carne que nadie quiere consumir.
"Aunque el Esperanza debe volver a puerto, la campaña para
detener la caza de ballenas en el Santuario Ballenero Antártico
está lejos de haberse terminado" -ha declarado María José
Caballero, responsable de la campaña de Océanos de Greenpeace
España. "La presión que se ha creado en alta mar debe ser ejercida
ahora por empresas, gobiernos de todo el mundo y los propios
japoneses contrarios a la caza de ballenas".
Notas:
(1) El Esperanza
localizó a la flota japonesa el 12 de enero y ha estado
persiguiendo al Nisshin Maru desde entonces. El 22 de enero
activistas de Greenpeace bloquearon los intentos del Nisshin Maru
de reabastecerse de combustible y transferir carne de ballena al
barco panameño Oriental Bluebird.