Comunicado de prensa - noviembre 12, 2008
La central nuclear de Vandellós-2 (Tarragona) tuvo que volver a parar ayer al no poder solucionar el fallo ocurrido el sábado pasado, provocado por la inserción accidental dentro del núcleo de una de las barras de control. Este es un problema que sucede desde hace más de un año sin que la central sepa cómo solucionarlo.
Central nuclear de Ascó-2 (Tarragona)
Este problema, que afecta al sistema de parada de la reacción
nuclear del reactor, se suma a los que sufren los componentes del
sistema de turbinas que derivó en un incendio el pasado mes de
agosto y que provocó una parada de dos meses de duración. Tras su
accidentado rearranque a finales de octubre (abortado varias veces)
paró de manera forzosa días después a causa de fallos en el
alternador reparado tras el incendio.
Por otro lado, la central nuclear de Cofrentes (Valencia) lleva
parada desde el 24 de octubre para revisar el cableado eléctrico de
la válvula de alivio del circuito primario, que ya provocó una
parada no programada en este año y la activación de la prealerta de
emergencia.
Ascó-2 (Tarragona) está parada para recarga de combustible. En
ella se descubrió un boquete de 10 centímetros en el edificio de
contención, que había pasado inadvertido a los responsables de la
central nuclear.
"Ante la plaga de problemas de seguridad en las centrales
nucleares, resulta cada vez más rídícula la afirmación del lobby
nuclear de que las centrales funcionan de forma excelente, como
trasmitió ayer el Foro Nuclear en un comunicado", ha declarado
Carlos Bravo, responsable de la campaña de energía nuclear de
Greenpeace. "Las proclamas y mentiras de la industria nuclear son
un insulto a la inteligencia de los ciudadanos", añadió Bravo.
Tres de las ocho centrales nucleares españolas están paradas hoy
mientras España está exportando electricidad. El sistema eléctrico
penínsular es netamente exportador, situación que se da desde 2004.
A pesar de ello, la industria nuclear transmite repetidamente la
mentira de que España depende de la importación de electricidad
nuclear de Francia.
Por otra parte, Greenpeace lamenta que el Consejo de Seguridad
Nuclear no publique en su web institucional la información de la
parada de Vandellós-2 por problemas de seguridad (y otras
informaciones relevantes relativas a fallos de las
instalaciones).