Acción de Greenpeace a la Central Térmica del Forum
A pesar del compromiso del Gobierno español con la segunda fase
del Protocolo de Kioto (a partir de 2012), tal como se acordó en la
reciente cumbre de Montreal, esta nueva planificación plantea
responder a un crecimiento exagerado de la demanda no con medidas
de ahorro energético ni de gestión de la demanda, sino mediante la
puesta en marcha masiva de centrales térmicas de gas, lo que hará
imposible respetar los límites de Kioto.
Como ya ocurrió con la "Planificación de los Sectores de
Electricidad y Gas" de 2002, la Revisión 2005-2011 presentada por
el Gobierno es un sucedáneo de plan energético, que únicamente
trata de dar justificación a la construcción masiva de centrales
térmicas planeada por las compañías eléctricas. El único objetivo
del Plan es atender las puntas de demanda de potencia, para lo cual
opta por aumentar la potencia instalada para generación en base, en
vez de llegar a la conclusión obvia de la necesidad urgente de
medidas de gestión de la demanda.
"La solución que propone el plan, equivalente a 'matar moscas a
cañonazos', es la más absurda e ineficiente económicamente"- ha
declarado José Luis García Ortega, Responsable de proyectos de la
Campaña de Energía de Greenpeace.- "Sería mucho más lógico y
económico tomar medidas de gestión de la demanda que reduzcan los
picos de consumo energético, en vez de construir centrales que
estarán paradas el resto del tiempo".
La nueva Revisión admite que no se incorporarán nuevas plantas
de carbón de importación en el horizonte 2011, lo cual significa un
cambio sustancial con respecto a la planificación original (supone,
por ejemplo, descartar el proyecto de Endesa de un tercer grupo en
Carboneras -Almería-, tal como reclamaban Greenpeace, la Junta de
Andalucía y el mismo ayuntamiento). A pesar de ello, cabe denunciar
en esta Revisión del Plan la absoluta falta de transparencia en
los datos de emisiones de CO2 y en las motivaciones que causan la
decisión de aumentar la generación en lugar de proponer una gestión
de la demanda para acabar con el mal uso de la energía.
De los datos escasos presentados se puede deducir que el parque
de generación propuesto incrementaría las emisiones en más de 33
millones de toneladas de CO2 al año para 2011, con lo que el
sector eléctrico habrá aumentado sus emisiones en un 44% respecto a
1990. Dado que este sector es el que más peso tiene en las
emisiones y que es el que más alternativas tiene para reducirlas,
esto haría imposible el cumplimiento del Protocolo de Kioto (el
cual obliga a España a no superar el 15% de aumento medio en
2008-2012 con respecto a 1990).
Para Greenpeace, la solución al cambio climático no puede venir
de las centrales térmicas de ciclo combinado, sino de una
sustitución de las centrales convencionales por sistemas de
generación de energías renovables y medidas de ahorro y eficiencia,
ya que España tiene un altísimo potencial de renovables. "Como
ocurría con el plan de 2002, éste mantiene la amenaza nuclear,
agrava nuestra contribución al cambio climático y sobre todo da por
hecho que sigue creciendo el derroche energético", ha declarado
Sara Pizzinato, responsable de cambio climático de la Campaña de
Energía de Greenpeace.
Es muy llamativo el caso singular de España, en el que la
demanda de energía, y muy especialmente la eléctrica aumenta por
encima del PIB (la demanda eléctrica ha crecido más del doble que
el PIB en el periodo 2000-2004). Esta prueba clara de ineficiencia
energética creciente se debe a la absoluta pasividad que hemos
padecido de políticas y medidas que incentivasen el ahorro y la
eficiencia energética y, como reconoce la Revisión, la política de
precios energéticos (artificialmente) bajos. Pues bien, si esto se
reconoce, ¿no sería la conclusión lógica que ha de acabarse con esa
política y basar la Revisión en la gestión de la demanda? Pues no,
a pesar de ello la Revisión nos dice que lo que hay que hacer es
aumentar la potencia instalada.
La conclusión a la que llega la Revisión es falsa, pues se busca
mantener el índice de cobertura en el 110%, pero en referencia a
una punta extrema no justificada, para proponer más potencia
instalada en centrales térmicas, que necesariamente operarían pocas
horas, en vez de optar por la solución mucho más lógica y económica
de reducir esa punta mediante la gestión de la demanda. Además, se
minusvaloran las posibilidades de las renovables: según el estudio
de Greenpeace "Renovables 2050", la capacidad de generación con
fuentes renovables es muy superior a la demanda, con techos de
generación unas 55 veces superior a la demanda prevista por el
Gobierno, por lo que sería posible configurar un mix de generación
completamente renovable.