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Las organizaciones ecologistas denuncian que el Gobierno permite nuevos maíces transgénicos peligrosos en los campos españoles

Comunicado de prensa - mayo 25, 2005
Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción y Greenpeace están sumamente preocupados por la falta de respuesta del Ministerio de Agricultura sobre el cultivo de maíces transgénicos peligrosos e ilegales

Observadores de transgénicos comprueban el correcto etiquetado de alimentos modificados genéticamente en un Alcampo de Zaragoza

Protesta de Greenpeace contra la importación de maíz modificado genéticamente.

Acción de Greenpeace en un campo de maíz transgénico en Zaragoza

Campo de maíz transgénico en Zaragoza

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Las organizaciones ecologistas denuncian que el gobierno permite nuevos maíces transgénicos peligrosos en los campos españoles

Tras conocer, de fuentes del propio Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación que España seguirá cultivando este año variedades de maíz transgénico de tipo Bt176 y a raíz de las informaciones aparecidas según las cuales se ha importado de EEUU y se ha sembrado de forma ilegal un tipo de maíz, el Bt10, las organizaciones ecologistas firmantes consideran que estos dos hechos no hacen sino incrementar la gran preocupación en torno al cultivo de  organismos modificados genéticamente (OMG) en España.

Desde su inicio en 1998, el cultivo de OMG en España se realiza en condiciones escandalosas -ausencia flagrante de medidas de precaución, propagación de la contaminación a productos no transgénicos, incógnita total sobre el destino de las cosechas, etc.-. Los casos del Bt176 y del Bt10 corroboran que el Gobierno no está tomando las más mínimas precauciones para proteger la salud humana, el medio ambiente, la agricultura sostenible y que, a pesar del discurso, no está trabajando para el futuro de una agricultura no transgénica. Esta falta de voluntad política, que choca con las críticas a la actitud del anterior ejecutivo vertidas en abril de 2004, está dejando rienda suelta a la actividad de las multinacionales de los transgénicos.

En abril de 2004, la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) hizo público un informe en el que recomienda la prohibición a partir de enero de 2005 del cultivo de determinados transgénicos, entre ellos el Bt 176  y unos días más tarde la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESA) publicó una nota de prensa anunciando que a partir del 1 de enero de 2005, la siembra de maíz Bt176 quedaría prohibida en territorio español. El empleo de genes marcadores de resistencia a antibióticos ha sido ampliamente condenado por organismos como la FAO (Naciones Unidas), la Royal Society y el Pasteur Institute, a quienes preocupa que estos genes pudieran crear resistencias en microorganismos y generar problemas sanitarios en humanos y animales. Sin embargo, el gobierno ha optado por no prohibir la venta de semillas de maíz Bt176, que de hecho ya se han sembrado en nuestros campos, sin que además se hayan tomado medidas especiales para su cultivo y su posterior comercialización. Las organizaciones firmantes siguen preguntando: ¿qué cantidad se ha sembrado? ¿Dónde? ¿Piensa el Gobierno piensa realizar un control particular sobre las cosechas de estos campos? ¿Acabará este maíz en la cadena alimentaria?

Por otra parte, a primeros de abril se supo que semillas de maíz Bt10 (de la multinacional Syngenta) ilegales en Europa, se habían sembrado en España en campos experimentales y que unas 1000 toneladas del mismo maíz podrían haber sido importadas a la UE desde 2001, entrado por lo tanto en la cadena alimentaria. Este tipo de maíz transgénico no tiene autorización ni en EEUU ni en la Unión Europea, donde no está permitida ni su importación, ni su siembra incluso experimental (por lo tanto no habiendo sido sometido a evaluación previa). El hecho de que el 15 de abril los estados miembros de la UE votasen a favor de establecer un bloqueo a las importaciones de maíz de EEUU que no vayan acompañadas de una certificación de no presencia de Bt 10, muestra la gravedad de los hechos. Sin embargo, ninguna información oficial ha sido facilitada por las autoridades y numerosas incógnitas permanecen: ¿en qué condiciones se ha liberado al medio ambiente este maíz? ¿qué ha pasado con la cosecha? ¿qué medidas se ha tomado para que no contamine otros maíces? ¿dónde ha ido el maíz importado? ¿cómo se va a retirar del mercado? ¿qué medidas se tomarán contra los responsables de los hechos?

Las organizaciones ecologistas pidieron explicaciones hace un mes al Ministerio de Agricultura sobre estos dos maíces. A fecha de hoy, no han recibido contestación alguna, prueba más de la falta de transparencia que rige la introducción de los OMG en la agricultura y alimentación. Dichas organizaciones vienen pidiendo desde hace años la retirada del mercado de todas las variedades transgénicas y confirman hoy su postura al constatar que no se respeta el principio de precaución y que el Gobierno no ejerce un control suficiente sobre los transgénicos.

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