El documento presentado hoy es el resultado de un análisis
profundo y detallado de la política ambiental del Gobierno español
con respecto a las propuestas realizadas en cada uno los once
ámbitos de actuación política definidos en aquel momento así como
de las tendencias existentes en los distintos sectores, cuando ya
han transcurrido casi dos años de legislatura.
La principal conclusión de este análisis es que la política
ambiental apenas ha mejorado y, en consecuencia, la situación de
partida, que ya era claramente negativa, está muy lejos de haberse
corregido. En prácticamente todas las políticas valoradas, el nulo
o escaso cumplimiento de los compromisos propuestos predomina sobre
un cumplimiento parcial o satisfactorio.
Esta situación refleja la clarísima falta de integración
medioambiental en las políticas sectoriales, fuera de lo que es
competencia directa del Ministerio de Medio Ambiente. Precisamente,
es en los aspectos que gestiona directamente dicho ministerio
(política de aguas, biodiversidad, participación) en los que el
gobierno obtiene una mejor valoración, aunque sólo en el caso de la
participación la calificación es satisfactoria del todo. En el
resto de las políticas del gobierno, el suspenso es casi general.
Ello es la lógica consecuencia de haber dejado el medio ambiente
fuera de las políticas de la mayor parte de los ministerios.
Para las cinco organizaciones ecologistas, es urgente que este
análisis desemboque en una profunda reflexión sobre la falta de
prioridad para el Gobierno de cuestiones como el cumplimiento del
Protocolo de Kioto, el cierre de las centrales nucleares o el freno
al desarrollo urbanístico indiscriminado, por citar algunas. Por
ejemplo, España nunca cumplirá con el compromiso de Kioto si esto
no es una prioridad para el Gobierno, implicando a diversos
ministerios y con el liderazgo de su Presidente a la cabeza.
Si bien, la mayor parte de las competencias de gestión ambiental
recaen en las Comunidades Autónomas, que tienen una enorme
responsabilidad en la actual falta de acción efectiva en materia de
medio ambiente en España, esto no puede ser obstáculo para exigir
al Gobierno central una cuota de responsabilidad importante tanto
en el establecimiento de prioridades como en el cumplimiento de los
compromisos internacionales del Estado español.
Por lo tanto, WWF/Adena, SEO/Birdlife, Ecologistas en Acción,
Greenpeace y Amigos de la Tierra hacen un llamamiento para que el
medio ambiente se convierta en una acción política prioritaria, a
sabiendas de que ésta es una demanda de un sector creciente de la
sociedad española al que el Gobierno no debería dar la espalda. Si
no hay una importante rectificación del rumbo que afecte a todos
los ministerios, y en particular a los de Agricultura, Industria y
Fomento, al final de la legislatura no se habrán cumplido la mayor
parte de los compromisos ambientales del Gobierno expuestos en el
programa electoral que le llevó al poder al PSOE.
La situación en materia ambiental francamente mala que se
encontró este partido al llegar al Gobierno, debería ser motivo
añadido para ir mucho más allá de las tímidas señales de apertura
ambientalista en diversos departamentos percibidas en estos dos
años, para que España gire hacia la sostenibilidad de manera
significativa con un impulso mucho más fuerte y profundo.