El barco de Greenpeace, Rainbow Warrior, navegando en frente del Hotel Palacio, durante la reunión de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (CICAA) celebrada en Dubrovnik, Croatia.
Protesta de Greenpeace en una granja de engorde atún en Murcia, España. Agosto 2006. La introducción y expansión del engorde de atún en el Mediterráeno ha contribuido a la sobrepesca del atún rojo además de incrementar los problemas de la pesca ilegal. La actual capacidad de engorde declarada en la región supera las 50.000 t- muy por encima de de la cuota pesquera. Ésta situación favorece la sobrepesca ilegal e insostenible. El engorde de atún está llevando al Mediterráneo a convertirse en el “cementerio del atún”, como simbolizó Greenpeace en esta protesta en España.
Atún rojo transportado en una jaula entre Libia y Sicilia. Mayo 2006. La industria del engorde de atún en el Mediterráneo implica cada año el transporte en la región de toneladas de atún vivo. El número de paíes y compañías implicadas en la pesca y engorde, la compleja red de subsidios e inversiones y la larga cadena de actividades antes y después del engorde, hacen que el negocio del engorde de atún una perfecta red que hace que la gestión sea virtualmente imposible en el sistema actual. Los científicos reclaman que el crecimiento de esta industria ha deteriorado la calidad de los datos que usan para estimar el estado de la población del atún, haciendo la gestión mucho más complicada.
Atún rojo transportado en una jaula entre Libia y Sicilia. Mayo 2006. Greenpeace/Gavin Newman.
La población de atún rojo en el Mediterráneo está bajo una creciente presión por parte de la flota pesquera industrial, particularmente barcos cerqueros que proveen atún vivo para las granjas de atún. El alto nivel de capturas ilegales y la falta de declaración de las capturas reales hacen virtualmente imposible para el comité científico de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún en el Atlántico (CICAA), evaluar el estado del stock. Además, si hay algo en lo que los científicos están de acuerdo es en que el atún rojo se enfrenta a una crisis en el Mediterráneo.
Atún rojo dentro de una jaula de transporte en Turquía. Junio 2006. Si no se toman medidas urgentes en la gestión del atún rojo en el Mediterráneo, esta especie puede sufrir el mismo destino que el bacalao: el colapso de la pesquería.
El Consejo de Ministros de Pesca celebrado hoy en Luxemburgo ha
trasladado a la legislación comunitaria el llamado "Plan de
Recuperación" del Atún Rojo, aprobado en noviembre pasado por la
Convención para la Conservación del Atún Rojo (CICAA). Este plan
permitirá la captura en 2007 de 29,500 toneladas de atún rojo, el
doble de la cantidad recomendada por lo científicos para evitar el
colapso de la población (2). Además, una de las medidas más importantes del
plan, el aumento de la talla mínima de captura desde los 10 kg
actuales hasta 30 kg, sólo entrará en vigor el año que viene, lo
que permitirá que continúe la captura de juveniles.
El atún rojo se encuentra en la actualidad al borde de la
desaparición, víctima de la presión pesquera excesiva y de las
prácticas ilegales de la industria atunera mediterránea
(3).
"No hay ninguna esperanza de recuperación de la especie en este
"plan de recuperación". Sólo supone una amnistía para las flotas
responsables de la captura ilegal de decenas de miles de toneladas
de atún rojo en los últimos años y una sentencia de muerte para una
de las especies más importantes en el Mediterráneo", ha declarado
Sebastián Losada, responsable de la campaña de océanos de
Greenpeace a bordo del Rainbow Warrior. "No sólo el plan se ha
aprobado tarde, cuando buena parte de la pesquería ya ha tenido
lugar, sino que la UE ha tenido la desfachatez de retrasar un año
la aplicación de una de las medidas más importantes y permitir que
continúe la captura de juveniles".
El Rainbow Warrior se encuentra en estos momentos al sur de
Malta documentando las actividades de las flotas que operan en el
Mediterráneo central. El único aspecto positivo en el Plan de
Recuperación de ICCAT son las nuevas medidas de control de la
pesquería. Pero este plan tan sólo ha sido aprobado cuando quedan
apenas tres semanas para que se cierre el caladero. Por ejemplo,
varias avionetas han estado operando desde la isla italiana de
Lampedusa, algo que estaría prohibido de acuerdo al nuevo plan de
gestión.
"A estas alturas, las flotas que faenan en la región ya deben
haber alcanzado las 15,000 toneladas de capturas recomendadas por
los científicos. La pesquería debería ser cerrada de inmediato",
añadió Losada.
Greenpeace lamenta que la Unión Europea apruebe este plan de
gestión que condena al atún rojo en lugar de aplicar las leyes
comunitarias y reducir de la cuota de los países que han pescado
ilegalmente en años anteriores.
En los últimos 12 meses los científicos han alertado del
inminente colapso de la población de atún rojo en el Atlántico
Oriental y el Mediterráneo, a no ser que la presión pesquera sea
reducida drásticamente y el atún sea protegido durante la época de
reproducción.
(1) Reglamento del
Consejo 41/2006.
(2) La cuota adoptada
es de 29.500 t en 2007, 28.500 t en 2008, 27.500 t en 2009 y 25,500
t en 2010. Los científicos recomendaron el pasado mes de septiembre
que las capturas no rebasaran las 15.000 toneladas.
(3) En 2005 las
capturas de atún rojo rondaron las 50.000 toneladas, un 56 % más
que la cuota de 32.000 toneladas que pueden ser capturadas
legalmente. Estos niveles de pesca ilegal, entre los más
escandalosos en todo el mundo, están estrechamente vinculados con
la excesiva capacidad de las granjas de atún instaladas en el
Mediterráneo.
Actualmente existe capacidad en la región para engordar más de
51.000 toneladas de atún, casi un 60% más que la cuota legal. De
éstas, casi 12.000 corresponden a España, principalmente en granjas
instaladas en la región de Murcia.
Informe:
El estado del atún rojo en el Mediterráneo