Comunicado de prensa - enero 19, 2009
Uno de los barcos de la flota ballenera japonesa, el Yushin Maru 2, encargado de transportar las ballenas una vez muertas hasta el buque factoría donde son despedazadas, fue descubierto la semana pasada en el puerto de Surabaya, Indonesia (1), mientras realizaba reparaciones en una de sus hélices.
Activistas de Greenpeace despiden con una pancarta uno de los barcos balleneros de la flota japonesa antes de iniciar la actual campaña de caza de ballenas.
Aunque todavía no está claro cuál será el destino del buque una
vez concluidas las reparaciones, informaciones obtenidas por
Greenpeace de las autoridades en Surabaya apuntan a que el buque
retornará a Japón en lugar de volver al Santuario de Ballenas del
Océano Antártico.
Todo parece indicar que el barco zarpó de puerto indonesio sin
habilitar su Sistema de Identificación Automático. La información
recibida por Greenpeace indica que los daños en el buque afectaron
a una de las hélices propulsoras, al timón y al sistema de
navegación. Se cree que la hélice ha sido reparada, pero no se
tiene conocimiento de que el timón y el sistema de navegación estén
funcionando correctamente.
"Si es verdad que el Yushin Maru 2 vuelve a Japón, nos
encontramos ante una significativa merma en el número de ballenas
que serán matadas en el Santuario Antártico esta temporada y
estamos encantados con la noticia" ha declarado María José
Cabalero, coordinadora de campañas de Greenpeace. "Sin embargo un
solo barco fuera de servicio no es suficiente. Debe iniciarse una
investigación exhaustiva y el Gobierno de Japón debe comprometerse
a dejar de despilfarrar el dinero de sus contribuyentes en la farsa
del programa de caza de ballenas".
El programa ballenero del Gobierno japonés es cada año más
controvertido. En la actualidad, dos activistas de Greenpeace están
a la espera de juicio en Japón tras denunciar un escándalo de
contrabando de carne de ballena que afecta a la tripulación de la
flota ballenera tras recibir información de antiguos y actuales
tripulantes, quienes confirmaron que los robos de carne de ballena
son rutinarios, así como su venta ilegal.
Además, Japón está burlándose de la ley internacional al
reabanderar y utilizar como barco gasolinera al Oriental Bluebird
tras ser multado por el Gobierno de Panamá por incumplimiento de
leyes ambientales internacionales (2). Ahora, con el nombre Hiyo
Maru el buque opera dentro de la flota ballenera sin los permisos
correspondientes y a pesar de que Japón ha ratificado el tratado
que busca prohibir los re-abanderamientos de los buques que ignoran
las leyes ambientales.
1. La presencia del barco en Indonesia se debe a que la flota
ballenera japonesa tiene denegada la entrada tanto en Nueva Zelanda
como en Australia. 2. El Oriental Bluebird perdió la bandera de
Panamá el 28 de octubre de 2008, tras haber sido multado con 10.000
Balboas (10,000 dólares) por las autoridades panameñas tras ser
encontrado culpable de la violación de varias normas nacionales e
internacionales en relación con la seguridad de la vida humana y la
preservación del medio marino.