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La destrucción del cultivo de langostino aumenta

Comunicado de prensa - septiembre 6, 2004
Desde el 30 de agosto al 4 de septiembre se ha desarrollado la Asamblea General de la Redmanglar en Fortaleza (Brasil). Mas de 50 delegados de 8 países y miembros de organizaciones internacionales como Greenpeace evaluaron las amenazas que sufre uno de los ecosistemas costeros más valiosos en todo el mundo: los bosques de manglar.

Replantación de manglares destruidos por las camaroneras en Ecuador.

Los delegados de los países productores de langostinos de cultivo expusieron la situación de sus países, constatando como esta industria sigue incumpliendo sus legislaciones nacionales, destruyendo comunidades y medios de vida y amenazando la biodiversidad.

Uno de los puntos que los asistentes a la reunión destacaron es que las legislaciones de los países productores están siendo revisadas para permitir la expansión de actividades destructivas sobre los ecosistemas costeros (cultivo de langostinos, megaproyectos turísticos,...). La Asamblea rechazó cualquier modificación de los sistemas legales con el objetivo de disminuir su protección al medio ambiente y de permitir la apropiación de los espacios marinos costeros y sus áreas de influencia.

También fue analizado el impacto de los Tratados Internacionales de Libre Comercio (ALCA, NAFTA,...) y sus planes y megaproyectos asociados (como el Plan Puebla Panamá, el Plan Colombia o Polo Siderúrgico de Maranhao) que amenazan con someter la legislación ambiental de estos países a los intereses privados de los inversionistas internacionales y nacionales.

Tras décadas de orientación de las economías de los países latinoamericanos a la producción de bienes para la exportación (como en el caso del apoyo otorgado al cultivo de langostinos) las poblaciones costeras de estos países no se han beneficiado en absoluto de esta industria y son cada vez más pobres.

Otro punto de especial atención fue el ecoturismo. Si bien el ecoturismo comunitario tiene el potencial, si es gestionado directamente por la comunidad y responde a sus propios intereses, de constituir una alternativa económica válida integrada en otras actividades tradicionales, lo cierto es que en nombre

del "ecoturismo" se están desarrollando actividades de gran impacto que no guardan relación alguna con las necesidades de nuestras poblaciones, su calidad de vida y la salud de los ecosistemas.

Finalmente, la Asambleaexpresó su preocupación por el aumento del consumo de langostinos en los países del Norte, que sigue impulsando la expansión de la industria, así como la falta de información de los consumidores sobre los impactos criminales de esta actividad.

En sus conclusiones, los delegados:

  • - volvieron a reclamar una moratoria global e inmediata a la expansión de la camaronicultura;

  • - reclamaron que los responsables de esta destrucción (Instituciones Financieras Internacionales, Gobiernos, Estados e Industrias), recuperen los ecosistemas que esta industria depredadora ha destruido durante la últimas décadas y asuman los costes de esta recuperación;
  • - y exigieron a los gobiernos nacionales abstenerse en ratificar los tratados de libre comercio impulsados por los organismos financieros intenacionales, y sus planes y megaproyectos asociados, que ponen en serio peligro la vida de las comunidades locales y el medio ambiente natural.

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