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Greenpeace rechaza la realización de sondeos de gas frente al Parque Natural de la Albufera

La organización ecologista ha visitado la zona con el Rainbow Warrior y ha desplegado desde las zodiac pancartas con los lemas “Sondeos No” y “Recuperemos el Mediterráneo”

Comunicado de prensa - julio 10, 2007
El Rainbow Warrior, buque insignia de Greenpeace, ha navegado hoy hasta el área de la costa valenciana donde la empresa MedOil Plc pretende realizar prospecciones en el fondo marino en busca de gas. Una vez allí, varias lanchas han recorrido el área que se verá afectada por las prospecciones portando pancartas en las que se leía “Sondeos No” y “Recuperemos el Mediterráneo”y han documentado la riqueza con la que cuenta este área.

El barco de Greenpeace, Rainbow Warrior, atracado en el puerto de Sagunto (Valencia).

La organización ecologista ha visitado la zona con el Rainbow Warrior y ha desplegado desde las zodiac pancartas con los lemas “Sondeos No” y “Recuperemos el Mediterráneo”. Greenpeace rechaza la realización de sondeos de gas frente al Parque Natural de la Albufera

Las exploraciones y sondeos se pretenden realizar en el tramo de litoral comprendido entre el norte de Valencia y el sur de Gandía. Entre las zonas que se verán más afectadas se encuentra La Albufera de Valencia, un espacio natural protegido declarado Parque Natural por la Generalitat Valenciana, Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) según la Directiva Aves (79/409/CEE), incluido en la Lista de Humedales de Importancia Internacional del Convenio Ramsar y con hábitats y especies protegidos por la Directiva comunitaria de Hábitats (92/43/CEE). La Albufera también ha sido declarada Zona Especialmente Protegida del Mediterráneo (ZEPIM) según el Protocolo de Ginebra.

Aunque los sondeos todavía no están autorizados por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, la solicitud para realizar las prospecciones previas a los sondeos se realizó hace más de un año (BOE de 23 de agosto de 2006) y MedOil espera que le concedan los permisos para realizar los sondeos de un momento a otro.

Las labores de investigación sobre la presencia de gas e hidrocarburos afectaría a una superficie de 238.140 hectáreas submarinas donde se repartirían tres áreas de explotación: Albufera, Benifayó y Gandía (cada una de ellas investigaría 79.830 hectáreas). El punto más cercano a la costa se sitúa a unos cinco kilómetros de la playa de El Saler.

En los últimos 40 años se han realizado medio centenar de prospecciones petrolíferas en las provincias de Alicante, Castellón y Valencia sin que en ninguna de ellas se haya conseguido detectar la presencia de bolsas de hidrocarburos en cantidad y calidad suficiente para su explotación.

Entre 1998 y 2004, el Ministerio de Industria concedió ocho permisos para realizar prospecciones en el tramo de costa comprendido entre Castellón y Tarragona. De los ocho permisos, sólo dos acabaron en sondeos: el Castor, situado a 21 km de Vinarós, donde la canadiense Scal-UGS pretende reconvertir un antiguo yacimiento petrolífero en un almacén de gas natural e instalar un gaseoducto mar-tierra y el de Fornas, aprobado en 2005, tras obtener el permiso de la Secretaria General para la Prevención de la Contaminación y del Cambio Climático del Ministerio de Medio Ambiente.

Las exploraciones constan de dos fases. Una primera en la que se determinan las características físicas del fondo marino y se establece el grado de probabilidad de encontrar crudo o gas para lo que se recurre a la emisión de ondas acústicas mediante un cañón de alta presión con un nivel sonoro de 215-230 decibelios (el umbral de dolor en el ser humano por emisiones sonoras es de 120 decibelios) que además genera lodos y barro por el impacto sísmico de las ondas, así como la posible liberación de elementos contaminantes del subsuelo. De igual forma se producen cambios en el comportamiento de la fauna reduciéndose las capturas de pescado. En la segunda fase se procede a la perforación para la toma de muestras. Estas perforaciones son causa frecuentes de accidentes de contaminación y los restos de hidrocarburos acaban en las playas.

Los efectos más negativos afectarían a ecosistemas como las praderas de Posidonia oceanica y a especies de mamíferos marinos, tortugas y peces que ya se enfrentan a graves problemas debido a la urbanización masiva de este litoral, la contaminación o la construcción de infraestructuras portuarias.

Greenpeace ha aprovechado esta visita para recordar que la Comunidad Valenciana podría ser autosuficiente con energías renovables (termosolar, solar fotovoltaica, eólica terrestre y marina) para cubrir toda su demanda de electricidad proyectada para 2050. Además, es la región de la península Ibérica con mayor potencial para la generación de energía a partir de la energía eólica marina.

" Los sondeos afectarán muy negativamente a las playas, a espacios protegidos y a numerosas especies mediterráneas. El Ministerio de Industria debe denegar los permisos para los sondeos y apostar por las energías renovables" ha declarado María José Caballero, responsable de la campaña de Océanos de Greenpeace.