Incendio Tenerife. Julio 2007
Greenpeace denuncia que sólo de detiene al 1% de los que queman
los montes y que sólo un 20% de esos detenidos acaba siendo juzgado
por delito de incendio forestal.
Pese a ser un problema de primer orden y al que los españoles
identifican como el principal problema ambiental del país, todavía
se desconoce el origen del 47% de los 20.000 incendios forestales
que se producen al año.
Greenpeace España ha realizado un análisis para sacar del
anonimato a los que están quemando los bosques españoles. Ha
identificado 8 arquetipos y ha realizado un "retrato robot" de los
mismos. Estos 8 personajes, causantes de los grandes incendios que
han asolado los montes españoles en las últimas décadas, aparecen
en las estadísticas de causalidad de incendios forestales del
Ministerio de Medio Ambiente, en los análisis de detenidos por la
Guardia Civil, en los perfiles que se deducen de las sentencias por
incendio forestal a las que Greenpeace ha tenido acceso.
Con datos del Ministerio de Medio Ambiente para el periodo
1996-2005 y sobre el total de incendios con causa conocida y con
datos, los personajes aludidos son:
- El Agricultor irresponsable, que con sus periódicas quemas de
rastrojos ocasiona más del 31% de los incendios y el 13,9% de la
superficie quemada.
- El ganadero inconsciente, que con sus quemas para la
regeneración de pastos ocasiona el 21,5% de los incendios y produce
el 26,5% de la superficie quemada.
- El mal cazador, que provoca fuegos para favorecer a
determinadas especies cinegéticas, ocasionando el 2,1% de los
fuegos y el 4,37% de la superficie quemada.
- El imprudente, que con sus hogueras y colillas mal apagadas
ocasiona el 6,7% de los incendios y el 7,8% de la superficie
quemada.
- El pirómano, persona trastornada sin intención de hacer daño
pero que provoca el 7,5% de los incendios y el 4,9% de la
superficie quemada.
- El asocial conflictivo, persona altamente conflictiva, con
problemas de integración social y de drogodependencias que provoca
el 3% de los incendios y el 4,6% de la superficie quemada.
- El interesado, ciudadanos que buscan aprovecharse de los
efectos de los incendios forestales por diversos motivos y que
generan el 0,6% de los incendios, 0,3% de la superficie
quemada
- Don Importante, desde su despacho y con sus decisiones ha
provocado el 2,6% de los incendios que han originado el 6,7% de la
superficie quemada.
La actividad de estos 8 tipos de incendiarios representa una
amenaza para los bosques españoles. Ellos representan al 60% de los
incendiarios identificados, son responsables de 3 de cada 4
incendios con causa conocida (el 75,28%) y queman el 70% de la
superficie forestal que arde cada año en España.
Aunque la vía penal no debe ser la única ni la principal
herramienta para prevenir este problema, la detención y
enjuiciamiento de los causantes de incendios forestales está
todavía por desarrollar. Ninguna administración dispone de datos
sobre cuántos detenidos por este motivo pasan a disposición
judicial. Tampoco se sabe cuántos y quiénes han sido condenados por
quemar los montes. Se instala en la ciudadanía la sensación de
impunidad y muy pocos de los grandes incendios provocados por
personas jurídicas han sido perseguidos por la Justicia.
Greenpeace ha obtenido tras su investigación un listado de más
de 90 sentencias por delito de incendio forestal en lo que supone
la mayor aproximación a esta realidad hasta la fecha. Pese a que la
mayoría de las tipologías de incendiarios han sido ya condenados
por este delito, la investigación revela que es necesario revisar
algunos tipos penales para evitar que muchos incendios sigan
quedando impunes.
Greenpeace propone en su informe las siguientes medidas para acabar con la impunidad de los incendiarios:
Realizar mayores esfuerzos en el estudio de las causas de los
incendios forestales; conseguir una eficaz y coordinada
investigación policial; seguir apelando a la permanente
colaboración ciudadana para identificar a los incendiarios y dotar
a los fiscales de medios suficientes para realizar las
investigaciones pertinentes.
Realizar un seguimiento de los procedimientos abiertos y crear
un registro sobre la respuesta penal, en años de cárcel impuestos,
por incendios de bosques y montes.
Realizar una oportuna detección, seguimiento y control de la
patología de piromanía, incluido el internamiento post delictivo en
centros especializados en los periodos críticos.
Reformar el Código Penal para cambiar algunos tipos penales para:
Considerar punible toda imprudencia relacionada con el incendio
forestal sin exigir que ésta sea necesariamente grave.
La tipología imprudente, aplicable a la persona jurídica,
debería ser objeto también de sanción directa en los casos de
empresas e instituciones que por no adoptar precauciones debidas
(empresas ferroviarias, de suministro eléctrico, Ministerio de
Defensa) dan lugar a incendios forestales.
Establecer sanciones directas, y dentro de ellas, una multa,
para las personas jurídicas en aquellos casos en que fuera
demostrada su intervención en un delito de incendio forestal. Sería
esta una medida imprescindible para erradicar cualquier posible
beneficio, propio o a terceros, que pudiese derivar de la acción
incendiaria.
"Aunque presumamos de tener un código penal moderno no hemos
sabido aplicarlo para combatir el problema de los incendios" añade
Soto. "Es necesario que las fiscalías de medio ambiente tengan
medios técnicos y humanos para poder enjuiciar a los detenidos y
romper la sensación de impunidad que pesa sobre el delito de
incendio forestal", añadió.