Activistas de Greenpeace despliegan una pancarta con el mensaje -NAFO: ¡Despierta!- frente al arrastrero islandés Petur Jonsson, en aguas internacionales del Atlántico Noroeste.
Activistas de Greenpeace despliegan una pancarta con la leyenda 'LEGAL' en la proa del arrastrero islandés Petur Jonsson, en aguas internacionales del Atlántico Noroeste.
Activistas de Greenpeace en el trayecto del arrastrero estonio Lootus II.
En una reunión mantenida el 8 de abril de 2005 entre el Director
General de Recursos Pesqueros, Fernando Curcio, y distintas
organizaciones ecologistas, Greenpeace ya expresó su firme protesta
por la presencia de representantes del Grupo Oya en las
delegaciones de la Unión Europea que asisten a las reuniones
anuales de Organizaciones Regionales de Pesca como NAFO
(Organización de Pesca del Atlántico Norte). En ese momento
Greenpeace ya puso en conocimiento del Ministerio los datos de los
que disponía sobre la implicación de buques pertenecientes al Grupo
Oya en operaciones de pesca ilegal y demandó una investigación de
las actividades de esta compañía. Igualmente Greenpeace remitió
cartas a la Ministra Espinosa el 30 de junio y el 4 de agosto de
2005, solicitando por escrito esta investigación y pidiendo al
Gobierno que hiciera públicos los resultados de estas
investigaciones.
"Desgraciadamente el Gobierno se llena la boca hablando de
su lucha contra la pesca ilegal, pero seguimos siendo testigos de
cómo estas empresas siguen pescando ilegalmente, aprovechándose de
la falta de control en aguas internacionales y de la impotencia de
la legislación española a la hora de actuar contra las empresas
responsables", declaró Sebastián Losada, responsable de la Campaña
de Océanos de Greenpeace.
En la 26ª Reunión Anual de NAFO celebrada entre el 13 y el
17 de septiembre del 2004, tres representantes del Grupo Oya Pérez
(Juan Manuel Oya, Eloy Carramal y Cristina Alonso) formaban parte
de la delegación oficial de la Unión Europea. Igualmente, en
septiembre de 2003 una persona de este grupo era miembro de la
delegación comunitaria en la reunión anual de esta Organización
Regional de Pesca.
"Es inaudito que en la delegación comunitaria que asiste a
una reunión que tiene como fin, entre otros, el aprobar medidas
contra la pesca ilegal, nos encontremos representantes de una
empresa vinculada a operaciones ilegales de pesca. Es como poner al
zorro a guardar el gallinero", añadió Losada.
Según la información que maneja Greenpeace, el Grupo Oya
Pérez es accionista de la empresa estonia MFV Lootus OU,
propietaria del buque Lootus II. El buque de bandera estonia Lootus
II ha sido identificado siete veces desde el año 2000 por incumplir
las normas de conservación de NAFO, como la pesca de especies
sujetas a moratoria (para las que está prohibida su pesca) o
superar las capturas accesorias permitidas (1). De hecho el pasado
9 de agosto Greenpeace realizó en aguas de NAFO una acción de
protesta contra este buque. El Grupo Oya Pérez es propietario
también de uno de los buques pirata mejor conocidos en aguas
antárticas, el Ross, abanderado en Togo (2).
Greenpeace denuncia que estas empresas no sólo son
sospechosas de pesca ilegal y sus representantes asisten a
reuniones políticas de alto nivel, sino que además tratan de echar
abajo los esfuerzos para tratar de recuperar unos recursos que
sufren una fuerte sobreexplotación.
La empresa MFV Lootus OU cuenta con el privilegio de ser la
primera compañía estonia en denunciar a la UE en los tribunales. La
compañía se ha mostrado en desacuerdo con la decisión del Consejo
Europeo de recortar las capturas en el Atlántico Nordeste y lo ha
llevado a los tribunales. Esta empresa habría pescado unas 800
toneladas anuales de especies de aguas profundas en los últimos
años (3).
"Es inaudito que una compañía con este historial se permita
además tratar de pasar por encima de los Gobiernos a la hora de
decidir cuánto se puede pescar, y más en un momento en el que los
científicos han alertado repetidamente sobre la sobreexplotación de
los ecosistemas profundos", declaró Losada.
Greenpeace denuncia además que no sólo el Gobierno español
no ha llevado a cabo una investigación sino que, según ha afirmado
estos días, concede a estas compañías licencias de pesca
experimental. Greenpeace recordó nuevamente la atención sobre el
estado de sobreexplotación de las especies de aguas profundas en
esta zona. En un comunicado reciente, el Consejo Internacional para
la Exploración del Mar (CIEM) recomendó que las pesquerías de aguas
profundas que existen en el Atlántico Nordeste sufran recortes
significativos así como que no se permitan nuevas pesquerías de
aguas profundas hasta que no hayan mostrado que son
sostenibles.
La ausencia de control en estas zonas, los vacíos legales
sobre quién tiene derecho y quién no a aplicar medidas de
conservación en estas aguas y el estado de sobreexplotación de los
recursos hacen imprescindible una moratoria inmediata sobre la
pesca de arrastre de fondo en aguas internacionales, hasta que se
den las condiciones para que estas pesquerías puedan ser
sostenibles.
(1) El nombre original del Lootus II era Fragana (hasta el año
2000) y su propietario en esas fechas era Juan Oya Pérez, una
compañía con base en Vigo y subsidiaria del Grupo Oya Pérez. El
Grupo Oya Pérez se convirtió en accionista de MFV Lootus OÜ el 21
de diciembre de 2004.
(2) El Ross, anteriormente llamado Alos fue construido en 1975,
y registrado desde 1984 a 1998 como el Combaroya Tercero (III),
propiedad de Paresis Trawling Ltd en Namibia, una empresa
subsidiaria del Grupo Oya. En Junio de 2001 el buque fue vendido a
Juan Manuel Oya Pérez de Lena Enterprises Ltd (una subsidiaria del
Grupo Oya). Fue nuevamente renombrado como Lena y registrado en las
Islas Seychelles.
En diciembre de 2002, y nuevamente en enero de 2003, el Lena fue
fotografiado pescando ilegalmente bacalao de profundidad en la Zona
Económica Exclusiva francesa en la isla subantártica Kerguelen. En
marzo de 2003, el Lena fue observado reabasteciéndose en Durban,
Sudáfrica.
El Lena fue observado pescando ilegalmente otra vez en aguas de
las Kerguelen en Mayo y Julio de 2003 y es sospechoso de haber
estado trasbordando bacalao de profundidad en alta mar. Ha sido
visto en Mauricio en julio/agosto de 2003. El nombre del barco
volvió a cambiar a Alos después de ser observado por un barco
pesquero australiano un mes más tarde (septiembre de 2003), y fue
perseguido fotografiado en la ZEE australiana frente a Heard
Island. El barco fue entonces renombrado de nuevo como el Ross y
abanderado en Togo.
En marzo de 2005 el Ross fue visto mientras pescaba junto con
otrs 5 barcos en el Banzare Bank, una zona que había sido cerrada a
la pesca por CCAMLR. Los otros barcos eran el Hammer y el Condor
abanderados en Togo y el Kang Yuan, el Jian Wuan y el Koko,
abanderados en Georgia. Un buque de la armada australiana, el
Oceanic Viking sólo pudo pedir a estos barcos que abandonaran la
zona pero al no ser los Estados de pabellón de estos buques
miembros de la Comisión CCAMLR, la legislación internacional no
permite tomar ningunan otra medida.
Ver http://www.colto.org/Spanish_HowToClaim.asp
(3)
http://web-static.vm.ee/static/failid/175/Economy_June_2005.pdf