Comunicado de prensa - marzo 10, 2008
Greenpeace advierte del peligro que supone el varamiento del buque Maro, que podría causar un vertido de 54 toneladas de combustible y 2,6 de aceites minerales en un Lugar de Interés Comunitario (LIC) de la costa guipuzcoana. Esto pondría en peligro los ecosistemas costeros de la zona y afectaría gravemente una zona de alto valor ecológico.
El mercante Maro partido en tres, tras encallar en la costa guipuzcoana.
El mercante Maro partido en tres, tras encallar en la costa guipuzcoana.
El mercante Maro partido en tres, tras encallar en la costa guipuzcoana
El jueves por la noche, tras un fallo en sus motores, el Maro
quedó a la deriva para finalmente encallar en la costa guipuzcoana,
a dos millas del Cabo Híguer. Greenpeace ha podido comprobar que en
la mañana de hoy no existía vigilancia en tierra ni personal que
esté supervisando la evolución de eventuales fugas de combustible
del barco.
El Maro es un buque de 96 m de eslora con bandera de
Antigua-Barbuda, construido en 1981 en Alemania. El barco,
procedente de Bayona (Francia), se dirigía al puerto de Pasajes
para cargar productos siderúrgicos. Se da la circunstancia que el
pasado mes de septiembre este barco ya tuvo problemas con la
propulsión auxiliar en el puerto de A Coruña por lo que fue
apercibido por las autoridades españolas.
Los responsables del rescate han tenido que posponer, por el mal
tiempo, las labores de reflote del buque encallado. Las últimas
noticias eran que estas operaciones podrían reanudarse mañana, sin
embargo, aún no se han llevado a cabo la tarea de retirar el fuel y
el aceite de sus tanques. Tampoco existen alrededor del buque
barreras anticontaminación que puedan prevenir posibles fugas o
derrames de combustible.
"Greenpeace denuncia el riesgo de contaminación por vertidos de
hidrocarburos que supone el varamiento del buque Maro. Por ello,
exige que antes de mover el barco de su actual posición se extraiga
todo el combustible y los aceites que contienen sus tanques", ha
declarado Julio Barea, responsable de la campaña de contaminación
de Greenpeace.
Greenpeace espera que, tras los numerosos accidentes de este
tipo que han tenido lugar en las costas cantábricas durante los
últimos años, no vuelvan a repetirse los errores de anteriores
catástrofes y se evite un nuevo episodio de contaminación en el
medio marino.