El barco de Greenpeace, Esperanza, fue testigo el pasado viernes de cómo el buque “Binar 4” realizaba un trasbordo ilegal de pescado capturado en Guinea Conakry y sigue desde entonces a este barco camino de Las Palmas.
Greenpeace y la Fundación para la Justicia Medioambiental, trabajan en colaboración para denunciar estas prácticas, la pesca pirata.
La expedición concluyó cuando en abril de 2006, activistas de
Greenpeace bloquearon durante seis días la descarga del pescado
transportado por el buque Binar 4 en el Puerto de Las Palmas. La
acción tuvo lugar después de que el Esperanza siguiera al Binar 4
desde aguas africanas tras ser testigos de su participación en un
trasbordo ilegal de pescado capturado en aguas guineanas.
El análisis de la documentación obtenida por Greenpeace muestra
que prácticamente el 50% de los 92 barcos observados en aguas de
Guinea pescaban de forma ilegal o estaban vinculados a actividades
ilegales de pesca. África Occidental es la única región del mundo
en la que el consumo de pescado está descendiendo. Los pescadores
locales están perdiendo su única fuente de ingresos y muchas veces
incluso sus vidas cuando los arrastreros entran en las zonas
reservadas para la pesca artesanal. Las autoridades de Guinea no
tienen capacidad alguna para combatir a estos piratas de la pesca,
que algunas veces pescan a tan sólo dos millas de la costa.
Muchos de los africanos que llegan a nuestras costas a bordo de
pateras son pescadores e hijos de pescadores que ya no pueden
ganarse la vida en el mar.
"El informe explica la forma en la que estas flotas piratas
operan y analiza el conjunto de medidas necesarias para que España
y Europa impidan la entrada de pescado ilegal en nuestros mercados.
Se trata de una muestra de lo que sucede todos los días en aguas de
algunos de los países más pobres del continente africano. También
de lo que podría hacer la comunidad internacional si se decidiera a
colaborar más activamente con estos países para poner fin a la
lacra de la pesca ilegal, que está provocando tantos daños a los
pescadores y comunidades costeras de este país", declaró Sebastián
Losada, responsable de la campaña de océanos de Greenpeace.
Globalmente, el valor de la pesca ilegal ha sido estimado
recientemente en entre 4.000 y 9.000 millones de dólares anuales,
el 20% del valor de la captura pesquera mundial. Se estima que tan
sólo en el África subsahariana supone 1000 millones de dólares
anuales.
En estos días, la UE está preparando una propuesta de reglamento
para aprobar un nuevo paquete de medidas contra la pesca ilegal.
Greenpeace trabaja activamente para conseguir que esta legislación
incluya medidas contundentes para poner freno a este grave
problema.
"Las medidas necesarias para erradicar el problema de la pesca
ilegal son conocidas. Son necesarias acciones concertadas a todos
los niveles, desde la red en el agua a las estanterías de los
supermercados", añadió Losada.
Resumen de las demandas de Greenpeace
Puesta en práctica y aplicación inmediata de las normativas
vigentes relativas a la pesca ilegal, no declarada y no
reglamentada (INDNR) y negociación de nuevas medidas de control y
en las organizaciones regionales de pesca;
Creación de un registro global, exhaustivo y públicamente
accesible de buques de pesca, en el que se incluyan los buques
refrigerados que transportan pescado, información sobre las áreas
en las que están autorizados a faenar e historial del buque
(banderas, propietarios, infracciones), así como un sistema único
de identificación de los buques;
Establecimiento de una "lista negra" centralizada y públicamente
accesible de buques de pesca y compañías que atentan contra las
medidas de conservación.
Desarrollo de mecanismos de control legalmente vinculantes que
contrarresten los efectos de la pesca INDNR, de acuerdo con las
líneas que establece el Esquema de Control en Puertos de la
FAO.
Prohibición inmediata de los transbordos en el mar excepto en
áreas específicamente designadas al efecto de que estén
estrechamente controlados y supervisados en tiempo real por una
autoridad competente. Los transbordos podrían permitirse también en
puertos específicamente designados, siempre con supervisión en
tiempo real.
Promoción de enfoques regionales al problema de la pesca INDNR
que tengan en cuenta las características particulares de los países
en desarrollo, y que incluyan asistencia técnica y financiera y el
emplee de sistemas robustos de bajo coste y baja tecnología para
combatir la pesca ilegal.