Acción de Greenpeace en la Puerta del Sol en Madrid para celebrar la entrada en vigor del Protocolo de Kioto
Termografía del Ayuntamiento de Madrid. La fotografia fue tomada el pasado mes de enero, en un día en el que la temperatura en el exterior era de -4ºC. Lo refleja la escala de la derecha.
Termografía del Ministerio de Industria de Madrid. Los colores verde rojo y amarillo indican que toda la fachada pierde calor.
Tras conocer sus líneas principales, Greenpeace ha calificado
este Plan de Ahorro de Energía del ministro Montilla de
absolutamente insuficiente, lo que a juicio de la organización
ecologista demuestra la falta de voluntad política de Montilla de
reorientar de forma decidida nuestro modelo energético hacia
escenarios de mayor sostenibilidad basados en un uso más eficiente
de la energía.
Greenpeace ha presentado hoy los resultados de un estudio
termográfico en distintos edificios de España, que demuestra el
alto nivel de derroche energético por pérdidas de calor (o de frío
en verano). Destaca el pésimo ejemplo del edificio del Ministerio
de Industria (se adjunta termografía). Si las administraciones
públicas se tomasen mínimamente en serio dejar de despilfarrar
energía, los objetivos del plan podrían ser mucho más ambiciosos.
Sin embargo, con la única excepción del Ministerio de Medio
Ambiente, ningún otro ministerio ni comunidad autónoma quiere
contribuir al ahorro de energía.
"¿Cómo va Montilla a pedirle a los ciudadanos y a las demás
administraciones que ahorren energía, cuando su propio ministerio
es el peor ejemplo de despilfarro? Es evidente que se podría
ahorrar mucha más energía si hubiese la voluntad política para
ello", ha declarado Carlos Bravo, responsable del Área de Energía
de Greenpeace.
El plan presentado por Montilla, denominado Plan de Acción de la
Estrategia de Eficiencia Energética (E4) 2005-2007, prevé reducir
las emisiones de dióxido de carbono (CO2) en 32,5 millones de
toneladas en ese periodo. Sin embargo, el Plan Nacional de
Asignación de Derechos de Emisión, elaborado por el Ministerio de
Medio Ambiente, se plantea como objetivo para que España pueda
cumplir con Kioto la reducción, en ese mismo periodo, de 84,5
millones de toneladas de CO2 en los sectores "difusos" (transporte,
edificios, etc).
Eso significa que de aprobarse y llevarse a cabo exitosamente
este Plan de Ahorro de Energía elaborado por Industria, se logrará
como mucho cumplir con apenas un 40% del total de emisiones de los
sectores difusos al que se ha comprometido el Gobierno.
"Tan ocupado está el ministro Montilla en defender la energía
nuclear que su Ministerio ha dado a luz un Plan de Ahorro de
Energía sumamente rácano", ha declarado Bravo. "Greenpeace reclama
al Gobierno una reorientación radical y urgente de su
posicionamiento energético para que cumpla sus compromisos de cara
al Protocolo de Kioto y de abandono de la energía nuclear", añadió
Bravo
Greenpeace reclama un mayor esfuerzo económico y presupuestario
del Gobierno y demás Administraciones Públicas para combatir
nuestro elevado nivel de derroche energético, que ha llevado a
España a situarse entre los países más ineficientes de nuestro
entorno. De hecho, por ejemplo, y según reconoce el propio
Ministerio de Industria, el crecimiento de nuestro consumo
eléctrico ha sido de un 40% en los últimos 6 años, que demuestra la
irracionalidad de nuestro sistema energético.
El informe "Perfil Ambiental de España 2004", publicado por el
Ministerio de Medio Ambiente (MIMAM), reafirma estos datos. De
acuerdo con este informe en España la Intensidad de Energía
Primaria (el cociente entre el consumo de energía primaria y el
Producto Interior Bruto, PIB) en el período 1995-2000 tuvo una tasa
de crecimiento medio anual del 0,5%, mientras que en la Unión
Europea (UE-15) tuvo en ese periodo una reducción del 1,3%.
Es decir, para producir una misma unidad de PIB España ha tenido
que gastar cada vez más energía mientras que la Europa de los
Quince en su conjunto (a pesar del mal dato de España), ha logrado
gastar menos energía para producir esa misma unidad de PIB.
El alto nivel de pérdidas energéticas es una constante en
edificios de todo tipo en España, lo que refleja el pésimo diseño
de estos, las malas prácticas del sector de la construcción en
materia de aislamiento y de la calidad de los materiales
utilizados.
A este respecto, Greenpeace reclama, entre otras medidas, la
urgente aprobación de un nuevo y exigente Codigo Técnico de la
Edificación que obligue a evitar al máximo las pérdidas de energía
y asegure una reducción neta del consumo energético de los
edificios con el maximo aprovechamiento de técnicas de
aprovechamiento de la energía solar pasiva y la utililzación
obligatoria de energía solar térmica y fotovoltaica. Greenpeace
además pide que se prohiba la instalación de sistemas de
calefacción eléctricos, al ser éstos los más ineficientes desde el
punto de vista energético.