Comunicado de prensa - diciembre 22, 2006
En el Consejo de Ministros de Medio Ambiente del pasado 18 de diciembre, España votó en contra de la propuesta de la Comisión Europea de obligar a Austria a levantar la moratoria contra dos maíces transgénicos: el Mon 810 y el T25.
Activistas de greenpeace recogen muestras de maiz en un campo, que una vez analizado resulta ser un cultivo transgenico, en Tauste, cerca de Zaragoza.
Activistas de greenpeace recogen muestras de maiz en un campo, que una vez analizado resulta ser un cultivo transgenico, en Tauste, cerca de Zaragoza.
Activistas de Greenpeace marcan un campo de maíz transgénico experimental con una gigantesca señal de "PROHIBIDO".
Activistas de greenpeace recogen muestras de maiz en un campo, que una vez analizado resulta ser un cultivo transgenico, en Tauste, cerca de Zaragoza.
Esta era la segunda ocasión en la que la Comisión Europea,
presionada por la Organización Mundial de Comercio (OMC) y los
intereses comerciales de EEUU, intentaba revocar el uso de la
denominada cláusula de salvaguarda por determinados gobiernos
nacionales. La ocasión anterior, en junio del 2005, también se
resolvió de forma satisfactoria con el rechazo de una mayoría de
los países miembros, incluida España.
Muchos analistas confirman que la decisión dependía de Alemania
y de España. En el caso de España, revalidó su voto de junio de
2005, oponiéndose a la propuesta antidemocrática de la Comisión. En
números: se necesitaba 72% de los votos para confirmar la moratoria
Austriaca (232 de 321). Con el voto de España en contra de la
propuesta de la Comisión se consiguieron 257 votos, es decir el
80%. Sin España (27 votos) se hubieran obtenido solamente 230 votos
(71,7%).
"Esperamos que este éxito Europeo repercuta en una mejoría de la
nefasta situación nacional. Recordamos que el Mon 810, uno de los
maíces transgénicos rechazados por Austria no sólo se cultiva
ampliamente en España, sino que además existe una absoluta falta de
control y de seguimiento de sus repercusiones, así como falta de
transparencia y de posibilidad de trazabilidad", ha afirmado
Juan-Felipe Carrasco, responsable de la Campaña contra los
Transgénicos de Greenpeace. "Ya es hora de que el Gobierno Español,
y particularmente el Ministerio de Agricultura, salga de su absurdo
y dañino empeño de seguir convirtiendo a España en el paraíso
Europeo de los transgénicos".