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Greenpaece se solidariza con la flota de bajura del Cantábrico

La crisis de la anchoa es el resultado de una gestión pesquera desastrosa

Comunicado de prensa - mayo 13, 2005
Greenpeace se solidariza con la flota de bajura de todo el Cantábrico que ha acordado regresar hoy a puerto ante la ausencia de capturas en la costera de la anchoa. Para la organización ecologista la crisis de la anchoa viene a confirmar que es necesario un cambio en la gestión pesquera. Por este motivo Greenpeace demanda al Gobierno que apoye un plan estricto de recuperación de la anchoa, basado en criterios científicos y que garantice medidas adecuadas de compensación para los pescadores de bajura.

Alto a la destrucción pesquera

"Esta forma miope de ver la gestión pesquera, que niega radicalmente la grave sobreexplotación de los ecosistemas marinos que vivimos hoy en día hace imposible resolver este grave problema. Llevamos más de una década viviendo la misma situación año tras año, con Gobiernos que vuelven de Bruselas cantando victoria después de echar por tierra las recomendaciones científicas, y que son los responsables últimos de la situación actual. Los pescadores de bajura del Cantábrico pagan ahora los platos rotos de una Administración que sigue actuando como si no pasara nada", ha declarado Juan López de Uralde, Director de Greenpeace.

Greenpeace ya denunció el triunfalismo del Gobierno español cuando en diciembre pasado consiguió echar abajo las recomendaciones comunitarias para recortar las capturas de anchoa. Ahora la Administración pesquera no puede seguir negando la aguda crisis que viven los recursos pesqueros en todo el mundo.

En diciembre del año pasado, la Delegación española que, como cada año, negoció en el Consejo de Ministros de Pesca de la Unión Europea las cuotas de las diferentes especies que se pescan en aguas comunitarias volvió triunfante a Madrid anunciando que, entre otras, habían conseguido que la reducción de un 85% de la cuota de anchoa propuesta por la Comisión Europea, basada en los informes científicos, se quedara en tan sólo un 9%. En aquel momento, la Delegación española anunció el gran éxito que esto suponía "para la defensa de los intereses del sector pesquero".

El pasado mes de diciembre la Comisión Europea propuso al Consejo de Ministros de la UE una reducción de las cuotas de anchoa desde las 33.000 toneladas en 2004 hasta tan sólo 5.000, un 85% de reducción de las capturas, debido al mal estado de las poblaciones de anchoa. Finalmente el Consejo de Ministros, en buena medida debido a las fuertes presiones de España, aprobó una cuota de 30.000 toneladas. En ese momento, los propios pescadores del Cantábrico advirtieron de que la cuota era excesiva y expresaron su preocupación por el futuro de esta pesquería.

Éste no es tan sólo el caso de la cuota de anchoa. La situación se repite una y otra vez para otras muchas poblaciones sujetas a planes de recuperación y para poblaciones sobreexplotadas tanto en aguas comunitarias como en aguas de terceros países donde se sigue buscando aumentar las capturas aún cuando las muchas pesquerías están ya al borde del agotamiento.

Los pescadores de bajura lamentaron también estos días no poder entrevistarse con los responsables de la Secretaría General de Pesca por encontrarse éstos en Canadá y Argentina.

"Desgraciadamente la Administración de Pesca está mucho más preocupada en buscar alternativas y nuevos caladeros para la flota industrial de altura, por ejemplo para la flota que faena con artes de arrastre en aguas internacionales, que en promover una pesca responsable. Greenpeace siempre ha considerado que es la pesca de bajura que faena con artes selectivos la única compatible con un sector pesquero sostenible a largo plazo", ha declarado Sebastián Losada, responsable de Océanos de Greenpeace.

Greenpeace lamenta que la Administración sólo se vea forzada a actuar cuando las crisis llega hasta límites que hacen necesarias medidas drásticas de recuperación.