CAMPAÑA DE OBSERVACION Y CONTROL DE TRANSGENICOS EN LOS ALIMENTOS
La organización ecologista ofrece una nueva actualización de
este listado. Varias empresas que figuraban en la lista roja han
entregado a la organización la documentación necesaria que
garantiza que no emplean ingredientes transgénicos en sus productos
y por ello pasan a la lista verde. Empresas como Siro (galletas
Siro, Rio o Reglero), Gallina Blanca (Avecrem, Sopinstant, El Pavo,
etc) o Gullón (Gullón, Diet Nature), que había permanecido en la
lista roja bien por no ofrecer los documentos requeridos. En el
caso de Gullón, han demostrado que la presencia de transgénicos
hallada por la organización ecologista provenía de contaminaciones
puntuales e involuntarias, reiterando su política de absoluto
rechazo a los Organismos Modificados Genéticamente (OMG).
Sin embargo, a pesar de que la inmensa mayoría de los
fabricantes ha decidido abandonar estos peligrosos ingredientes,
existen todavía empresas que prefieren no ofrecer las garantías
necesarias para pasar a la lista verde. Algunos ejemplos son Nestlé
(Nestlé, Numil), Unilever (Knorr, Ligeresa, Tulipán, Flora, Frigo,
etc), Pepsico (Matutano, Lay's, Doritos, etc), Hero o Nutrexpa
(Nocilla, Cola Cao, etc). "Es vergonzoso que, a pesar del rechazo
de los consumidores por los alimentos procedentes de cultivos que
suponen un grave riesgo para el medio ambiente, la salud y la
economía, algunas empresas sigan sin querer garantizar que no
utilizan este tipo de ingredientes" ha declarado Juan-Felipe
Carrasco, responsable de la campaña contra los Transgénicos de
Greenpeace. "Es perfectamente posible optar por los ingredientes no
transgénicos. Mientras empresas como Hipp producen alimentos
infantiles libres de transgénicos, es grave que Hero o Nestlé
prefieran mantener una sospechosa política de opacidad en lo
relativo a las materias primas empleadas", añade.
El Gobierno de España permite que se sigan cultivando unas
75.000 hectáreas de maíz transgénico, las cuales entran masivamente
en la cadena alimentaria. Y, a pesar de las declaraciones de los
Ministerios de Agricultura y de Ciencia e Innovación, esto se hace
sin nigún control ni transparencia. Además permite variedades que
se han prohibido en la mayor parte de los estados productores de
maíz de la UE por razones sanitarias o ambientales. "El Ejecutivo
español sigue situándose en el campo de los que favorecen a las
cuatro empresas agrobiotecnológicas que pretenden inundar la cadena
alimentaria de alimentos "Frankestein", despreciando la salud de
los ciudadanos y la protección del medio ambiente", ha afirmado
Carrasco. "En este contexto político, las reacciones de las
empresas que deciden estar en la lista verde son un paso
fundamental para las ciudadanas y los ciudadanos españoles, quienes
disponen ahora de un mayor número de productos que pueden consumir
sin temor a estar ingiriendo derivados de cosechas
transgénicas".
En recientes declaraciones, la ministra de Ciencia e Innovación,
Cristina Garmendia, declaró: "Los transgénicos son seguros. Yo me
los comería tranquilamente". Greenpeace reitera que existe un
amplio consenso científico que demuestra precisamente lo contrario.
Numerosas evidencias describen los impactos sobre la salud reales o
potenciales de maíces de Monsanto como el MON 863 (que España
importa) o el MON 810 (que España importa y cultiva) o la patata
"Amflora" de BASF (2).
Garmendia también ha afirmado: "En el campo de los transgénicos
hay suficientes garantías científicas como para poder darle al
ciudadano la capacidad para poder elegir". Por una parte, nunca
antes habían existido tantas incertidumbres científicas. De hecho,
los principales productores de maíz de la UE han prohibido el
cultivo de transgénicos debido a los abundantes estudios que
prueban los efectos perniciosos sobre el medio ambiente y la salud
(3). Por otra, el sistema Europeo de aprobación y seguimiento de
transgénicos está más que nunca en entredicho y debe ser revisado
(4). Además, es importante recordar que los perjuicios de los OMG
no se limitan a los daños sobre la salud sino que se trata de
afecciones graves al medio ambiente, a la economía y a la justicia
social (5).
Por último, el etiquetado en España es una entelequia. Por una
parte no se han desarrollado los mecanismos de trazabilidad que
garanticen un correcto etiquetado. Por otra, los derivados animales
escapan en la UE a dicho etiquetado, por lo que el 80% de los
transgénicos ingresan en la cadena alimentaria sin que los
ciudadanos sean conscientes de ello. "Si quiere garantizar que el
consumidor pueda elegir, el Gobierno debe poner en marcha un
sistema de etiquetado y trazabilidad fiable, que se base en la
transparencia y la protección del consumidor", afirma Carrasco.
"Ya no caben dudas sobre los intereses económicos que representa
el Ministerio de Ciencia e Innovación. En lugar de defender los
intereses de los ciudadanos, se ha decantado claramente por los de
las transacionales del sector (a quienes la ministra vinculó su
actividad antes de formar parte del Gobierno), poniendo en grave
peligro el presente y el futuro de la biodiversidad y de la
alimentación", ha añadido Carrasco.
notas
1) http://www.greenpeace.org/espana/campaigns/transgenicos/consumo/gu-a-roja-y-verde
(2) Se trata de una patata que contiene un gen que confiere
resistencia a ciertos antibióticos. La OMS, la Agencia Europea del
medicamento y el Instituto Pasteur han recomendado la no aprobación
de este tipo de transgénicos.
(3)El reciente anuncio de su Gobierno convierte a Rumanía en el
séptimo estado miembro que prohibe las variedades transgénicas,
siguiendo el movimiento de Francia, Hungría, Italia, Grecia,
Austria y Polonia.
(4)Con las moratorias efectivas contra el cultivo de OMG en
siete países de la Unión Europea, las repetidas críticas de la
Organización Mundial del Comercio por los retrasos en los procesos
de autorización y los nuevos datos europeos que expresan la
oposición pública a los transgénicos, hay una gran presión sobre la
Comisión para reformar la política europea de transgénicos.
Recientes llamamientos de los estados miembros han forzado a que la
UE revise su sistema e aprobación de transgénicos, basado en la
confianza ciega en los datos de la industria.
(5) Greenpeace ha presentado recientemente un documento que
recoge una serie de testimonios de productores que han sufrido
directa o indirectamente la contaminación por el maíz transgénico
de Monsanto, MON 810, durante el año 2007 y cuyas realidades
socio-económicas se ven fuertemente agredidas por la presencia de
este transgénico en nuestros campos. http://www.greenpeace.org/espana/news/greenpeace-desenmascara-las-co