Comunicado de prensa - agosto 10, 2004
En las Olimpiadas de Sidney 2000 se produjo una mezcla de triunfos y de fracasos en el frente ambiental. Aunque los triunfos fueron impresionantes, los fracasos muestran que Sidney podría haber hecho más por el planeta.
Acción en el emplazamiento de las Olimpiadas de 2000. Tuberías de PVC son reemplazadas por otros materiales
No deberían perderse las muchas lecciones aprendidas con el
esfuerzo de los "Juegos Verdes" de Sidney. Estas lecciones no sólo
son una parte importante del proceso hacia el desarrollo
sostenible, sino que deberían utilizarse como ejemplo en futuras
ciudades Olímpicas tanto para evitar los errores de Sidney como
para conseguir mejores resultados ambientales.
Atenas, la ciudad anfitriona de los Juegos Olímpicos en 2004,
está lejos de haber aprendido las lecciones de Sidney. La siguiente
tabla resume algunas lecciones básicas aprendidas1 y da una primera
valoración de la situación en Grecia.
Grecia ha actuado como si no hubiese ningún pasado del que
aprender, a pesar de las buenas intenciones expresadas por ATHOC,
el Comité Organizador de Atenas 2004. Aunque ATHOC parece haberse
tomado en serio la experiencia de Sidney, no ha tenido ninguna
autoridad real sobre las decisiones tomadas en la mayor parte de
los proyectos. La responsabilidad era del Gobierno griego y/o de
otras autoridades. ATHOC tenía una clara política ambiental, pero
sólo podía aplicar ciertas normas ambientales en los pocos
proyectos y ofertas que controlaba. Sin embargo, seguramente podría
haber hecho más presión al Gobierno y a las autoridades públicas
para que respetasen sus promesas ambientales. Lamentablemente, en
la mayoría de los casos, prefirió no hacerlo.