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El CSN debe hacer autocrítica y reconocer que Vandellón-2 no cumple las condiciones de licencia originales

¿Cómo es posible que el CSN, tras revisar durante 6 meses el Sistema de Servicios Esenciales, no se diera cuenta del mal estado de sus bombas de impulsión?

Comunicado de prensa - octubre 13, 2005
Ante el nuevo fallo en el Sistema de Agua de Servicios Esenciales de la central nuclear Vandellós-2 (fugas en las bombas de impulsión del agua de mar para la refrigeración), del cual se tuvo conocimiento ayer, Greenpeace se pregunta cómo es posible que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), después de tener 6 meses parada la central para revisar este sistema (tras el grave problema de corrosión que sufrió y que dio lugar al suceso del 25 de agosto de 2004), no se diera cuenta del mal estado de las soldaduras de esos componentes.

Acción de Greenpeace. Activistas de Greenpeace "cierran" la nuclear de Vendellós-2 para recordar a Zapatero su compromiso de abandonar la energía nuclear. En la imagen activistas dentro de la central de Vandellós-2. Descargar en alta resolución

Greenpeace considera que el CSN debería hacer una seria autocrítica sobre su pésima gestión en Vandellós-2 y reconocer que, ante la degradación de diversos sistemas, entre ellos el de Servicios Esenciales, esta central nuclear está funcionando sin cumplir las condiciones de licenciamiento iniciales. Por ello, el CSN debería ordenar la parada inmediata de Vandellós-2 hasta que, como mínimo, se haga un análisis exahustivo y completo de todos y cada uno de los sistemas de la central, al contrario de lo que se ha hecho hasta ahora, aunque el CSN haya aparentado lo contrario.

Es preciso recordar que el CSN, en su reunión del 17 de marzo de 2005 (ver comunicado de prensa del CSN, de esa fecha), impuso a la central nuclear Vandellós-2 el cumplimiento de una serie de medidas en relación con el Sistema de Agua de Servicios Esenciales y otra serie de requerimientos adicionales, antes de autorizar su rearranque. Entre ellos los relativos a Acciones adicionales y modificaciones de diseño para garantizar la integridad estructural y funcionalidad del Sistema de Agua de Servicios Esenciales.

Sin embargo, el pasado 12 de agosto, el Pleno del CSN acordó informar favorablemente el arranque y la operación de la central nuclear de Vandellos-2, a pesar de que el propio CSN reconoce, en su informe técnico de esa misma fecha, que, dada su degradación, resulta imposible "restablecer las condiciones de licencia iniciales" de este Sistema.

En efecto, en dicho informe técnico el CSN reconoce que Vandellós-2, tal y como Greenpeace había denunciado días atrás, no había cumplido íntegramente el Plan de Actuación que el propio CSN le había impuesto el pasado 12 de marzo de 2005 como condición necesaria para dar su apreciación favorable a su puesta en marcha.

Greenpeace considera que el CSN tomó esa decisión vulnerando sus propios criterios, previamente establecidos, para autorizar el arranque de esta central, y que lo hizo cediendo a la presión de las compañías propietarias de Vandellós-2 (Iberdrola y Endesa).

Por todo ello Greenpeace ha presentado un recurso administrativo contra el citado acuerdo del CSN de 12 de agosto de 2005, por el que se autorizaba el arranque y operación de Vandellós-2. En este recurso Greenpeace solicita la suspensión de la aplicación del dicho acuerdo y que se ordene la parada de esta central nuclear.

"El nuevo incidente en el Sistema de Agua de Servicios Esenciales refuerza la validez de nuestro recurso", afirmó Carlos Bravo, portavoz de Greenpeace en temas nucleares. "Vandellós-2 debe parar inmediatamente puesto que está operando en condiciones de explotación que no son plenamente concordantes con las condiciones de licencia iniciales en las que se basó el Gobierno para emitir la Orden Ministerial de 14 de julio de 2000 por la que se concedía la autorización de explotación a la central".