Comunicado de prensa - junio 16, 2005
España continúa vendiendo armas a países que no cumplen el Código de Conducta de la Unión Europea. El año pasado se exportó armamento a países en conflicto, como Colombia o Israel, a países con algún tipo de embargo o restricción en la importación de armas, como Sudán o Ghana, y a países donde no se respetan los derechos humanos, como Arabia Saudí.
Acción en Bélgica en contra de la guerra.
Acción de la Campaña Adiós a la Armas en el Congreso.
Acción de Greenpeace ante el Ministerio de Comercio.
Estatua por la paz en Luxemburgo
España continúa vendiendo armas a países que no cumplen el Código de Conducta de la Unión Europea. El año pasado se exportó armamento a países en conflicto, como Colombia o Israel, a países con algún tipo de embargo o restricción en la importación de armas, como Sudán o Ghana, y a países donde no se respetan los derechos humanos, como Arabia Saudí.
España continúa vendiendo armas a países que no cumplen el Código de Conducta de la Unión Europea. El año pasado se exportó armamento a países en conflicto, como Colombia o Israel, a países con algún tipo de embargo o restricción en la importación de armas, como Sudán o Ghana, y a países donde no se respetan los derechos humanos, como Arabia Saudí.
España continúa vendiendo armas a países que no cumplen el Código de Conducta de la Unión Europea. El año pasado se exportó armamento a países en conflicto, como Colombia o Israel, a países con algún tipo de embargo o restricción en la importación de armas, como Sudán o Ghana, y a países donde no se respetan los derechos humanos, como Arabia Saudí.
Por eso Amnistía Internacional, Greenpeace e Intermón Oxfam
consideran indispensable la aprobación de una ley que termine de
una vez por todas con estos casos. Así se desprende del informe que
estas organizaciones han presentado hoy en Madrid titulado Por una
ley para un control efectivo del comercio de armas, elaborado con
la asistencia técnica de la Escola de Cultura de Pau. La
presentación ha consistido en un acto frente al Ministerio de
Industria, Turismo y Comercio en el que han sido devueltas
simbólicamente algunas de las armas exportadas a destinos
equivocados.
Algunos de los casos más graves son:
- La exportación de armas de fuego, municiones y granadas a
Arabia Saudí por valor de más de 23 millones de euros, la mayor
partida exportada fuera de la UE. Se trata de un país con un grave
historial de violaciones de derechos humanos y con un gasto en
defensa superior al de educación o salud.
- La exportación de un millón de euros a Colombia en el apartado
de bombas, cohetes, torpedos y misiles, un país inmerso en un
conflicto armado y con una grave crisis de derechos humanos.
Además, el Congreso había manifestado con anterioridad la
conveniencia de suspender el acuerdo de cooperación militar. Por
otro lado, España cedió dos aviones a Colombia que no figuran en el
informe oficial.
- Ghana recibió 37 millones de cartuchos procedentes de España
por valor de 3,46 millones de euros. La exportación de municiones a
Ghana se ha convertido en un caso recurrente, estando además en una
región en la que desde 1998 está vigente una moratoria para la
importación de armas.
- Israel, país involucrado en violaciones de derechos humanos y
del derecho internacional humanitario denunciadas por distintos
organismos internacionales, ha recibido armas de fuego por valor
de 35.000 euros.
- 2,2 millones de euros a Venezuela en distintas partidas
armamentísticas. Se trata de un país en situación de tensión
interna y con relaciones inestables con los países de la
región.
Las ONG denuncian que más del 30% de los destinos de armas
españolas vulneran el Código de Conducta de la UE.
Tras diez años de campaña, las ONG reconocen algunos avances por
parte del Gobierno básicamente en lo relativo a la transparencia en
la información. Por ejemplo, ha mejorado la puntualidad, puesto que
los datos sobre las exportaciones de 2004 han sido enviados al
Congreso por primera vez en el primer semestre de este año. También
se ha avanzado en el nivel de detalle de la información ofrecida,
incluyendo el valor en euros de la exportación de cada una de las
22 categorías de productos consideradas. Sin embargo, como muestra
el informe de las ONG, España sigue estando muy lejos de las
mejores prácticas de otros países. En el Barómetro de
transparencia en el Comercio de Armas, elaborado anualmente por la
organización Small Arms Survey, España obtiene una nota de 11,5
sobre 20 puntos, poco más que un aprobado. Uno de los puntos
débiles del Gobierno español es la deficiente información que
ofrece sobre las armas ligeras y pequeñas, que causan el 90% de las
muertes por arma de fuego en el mundo.
Por todo ello, las ONG consideran indispensable la aprobación de
una ley que haga más estricto el control sobre el comercio de
armas. Esta ley debería incorporar, entre otras cuestiones:
- Un mecanismo preventivo que permita evitar las transferencias
de armas a destinos en los que estas armas puedan contribuir a
cometer violaciones de derechos humanos, a agravar un conflicto o a
minar las posibilidades de desarrollo del país, entre otros
aspectos, antes de que se lleven a cabo.
- Especificaciones sobre el detalle con el que la información
oficial debe ser facilitada al Congreso, en consonancia con las
mejores prácticas de otros países
- Garantías para que las autorizaciones de las transferencias
españolas de armas se basen en la aplicación estricta y la
interpretación escrupulosa de los criterios del Código de Conducta
de la Unión Europea.
Además, el informe pide al Gobierno que no espere a la
aprobación de esa ley para poner en práctica medidas claras de
control y transparencia en el comercio de armas, así como que asuma
un papel más activo en las iniciativas internacionales en marcha
orientadas a mejorar el control de ese comercio, como la revisión
del Código de Conducta europeo o el proceso de elaboración de un
Tratado Internacional para el control del comercio de armas, entre
otras.