Central nuclear de Garoña
Greenpeace ha pedido a la Junta de Castilla y León que incluya
en la Ley de Directrices Esenciales de Ordenación del Territorio,
la prohibición de instalar en territorio de la Comunidad Autónoma
cualquier tipo de instalación de almacenamiento centralizado de
residuos radiactivos de baja, media o alta actividad. Greenpeace ha
enviado hoy sus alegaciones al anteproyecto de Ley que está
actualmente en fase de información pública.
Ante la amenaza que pende sobre el municipio de Peque (Zamora),
cuyo alcalde se ha ofrecido a la Empresa Nacional de Residuos
Radiactivos (ENRESA) como voluntario para albergar el llamado
Almacén Temporal Centralizado de residuos radiactivos de alta
actividad (ATC), Greenpeace considera que la Junta de Castilla y
León debe prohibir expresamente en esta Ley la instalación de un
cementerio nuclear en Peque o cualquier otro punto de su
territorio. Esta sería la única forma de garantizar el rechazo del
Gobierno castellano-leonés a este tipo de instalaciones.
En las alegaciones que la organización ha registrado hoy,
Greenpeace ha pedido también al Presidente del Gobierno autónomo,
Juan Vicente Herrera, que la Junta tome todas las medidas posibles
para lograr el cierre inmediato de la central nuclear de Santa Mª
de Garoña, que renuncie a la instalación de nuevas centrales
nucleares en territorio de Castilla y León, y que los ejes
energéticos prioritarios en la Comunidad sean el ahorro y la
eficiencia energética por una parte y las energías renovables, cuyo
vasto potencial están aún prácticamente sin aprovechar, por
otra.
“La reiterada apuesta
de la Junta por lograr un desarrollo sostenible es un principio
rector de las Directrices de Ordenación del Territorio de Castilla
y León y de la Ley que las concreta. Pero para conseguirlo, es
necesario que el modelo energético de la Comunidad sea sostenible y
esto pasa, inevitablemente, por el abandono de la energía nuclear y
el desarrollo de las energías limpias" , ha declarado Carlos Bravo,
responsable de la Campaña de Energía de Greenpeace.
En la Ley 10/1998, de 5 de diciembre, de Ordenación del
Territorio de la Comunidad de Castilla y León y en el anteproyecto
de Ley de Directrices Esenciales se asume el objetivo de lograr en
Castilla y León un desarrollo sostenible. De hecho, este
anteproyecto incluye varios apartados donde se explicita claramente
este objetivo. Por ejemplo su Título V "Hacia una Comunidad
Sostenible", insiste en el concepto de desarrollo sostenible. En
este Título V, el Artículo 33, lleva el nombre de "Fomento del
desarrollo sostenible".
La energía nuclear, además de no ser rentable económicamente, ha
producido ya buen número de problemas al medio ambiente:
contaminación radiactiva asociada a la actividad normal en todas
las fases del ciclo nuclear; numerosos accidentes nucleares, como
la catástrofe de Chernóbil; elevadas cantidades de peligrosos
residuos radiactivos con los que no se sabe qué hacer. Por todas
estas razones, la energía nuclear no tiene cabida en un modelo
energético sostenible.
Sin embargo, las energias limpias (energías renovables y ahorro
y eficiencia energética) sí son sostenibles. La capacidad de
generación de electricidad con energías renovables en el territorio
castellano-leonés equivale a 178 veces su demanda de electricidad
proyectada en 2050. Esta es la principal conclusión relativa a
Castilla y León del informe"Renovables 2050: un informe sobre el
potencial de las energías renovables en la España
peninsular"realizado para Greenpeace por el Instituto de
Investigaciones Tecnológicas (IIT) de la Universidad Pontificia de
Comillas. En concreto, su potencial en energía solar termoeléctrica
es tal que podría satisfacer por sí sola 8 veces la demanda
eléctrica de toda la España peninsular.
La capacidad de generación de las energías renovables es tan
elevada que se podría plantear incluso la posibilidad de cubrir
todas las demandas de energía (no sólo electricidad, sino también
transporte, industria...) en Castilla y León, pues su potencial en
energías renovables equivale a más de 34 veces su demanda de
energía total proyectada en 2050.
Según este estudio, Castilla y León es, seguida de cerca por
Castilla-La Mancha, la comunidad autónoma peninsular con mayor
potencial en energía geotérmica, hidráulica, biomasa, eólica
terrestre, chimenea solar, solar fotovoltaica con seguimiento y
solar termoeléctrica.
Castilla y León podría ser autosuficiente para toda su demanda
de electricidad con energías renovables, pero incluso podría
conseguirlo sólo con una de las tecnologías: solar termoeléctrica
(termosolar) (122 veces), solar fotovoltaica con seguimiento (18
veces), solar fotovoltaica integrada en edificios (2 veces),
chimenea solar (10 veces), eólica terrestre (23 veces) y biomasa
(1,7 veces).
Castilla y León podría generar electricidad suficiente para
satisfacer unas 152 veces su demanda de electricidad únicamente con
el total de potencial solar (suma de las tecnologías termosolar,
fotovoltaica integrada, fotovoltaica son seguimiento y chimenea
solar) con el que cuenta.