Comunicado de prensa - diciembre 11, 2008
COAG, Greenpeace, Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción y Plataforma Rural valoran positivamente el llamamiento para mejorar la evaluación de riesgos de los cultivos transgénicos, el reconocimiento del derecho a declarar zonas libres de transgénicos y que España haya tenido que aceptar investigar los impactos socioeconómicos pese a su oposición inicial
Europa Libre de Transgénicos
Agricultores y ecologistas consideran
positivo el paquete de medidas aprobadas por el Consejo Europeo de
ministros de Medio Ambiente de los 27 la semana pasada en el que se
enfatiza la necesidad de mejorar las investigaciones y los estudios
sobre los peligros para el medio ambiente del cultivo o el uso de
los Organismos Modificados Genéticamente (OMG) con la participación
de científicos independientes. La Coordinadora de Organizaciones de
Agricultores y Ganaderos (COAG), Greenpeace, Amigos de la Tierra,
Ecologistas en Acción y Plataforma Rural, exigen a las autoridades
comunitarias que se suspendan todas las autorizaciones de nuevos
transgénicos en Europa hasta que Comisión Europea y la Autoridad
Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, en sus siglas en inglés) no
apliquen correctamente estas nuevas medidas.
Nos satisface el emplazamiento a la
AESA para que mejore y revise cuanto antes la evaluación de las
repercusiones a largo plazo de los cultivos transgénicos en el
medio ambiente. En particular, las consecuencias de los efectos
sobre los organismos no diana, y los efectos en los hábitats
naturales. El texto aprobado por el Consejo de Medio Ambiente
considera también que es necesario estudiar las consecuencias sobre
el medio ambiente de los herbicidas utilizados en los cultivos OMG
tolerantes a los herbicidas y que las plantas transgénicas que
producen plaguicidas (como el maíz MG que se cultiva en España)
deben ser evaluadas de manera coherente con los procedimientos
establecidos para evaluar los productos fitosanitarios.
Asimismo, acogemos con satisfacción que
se reconozca el derecho a las regiones y las comunidades locales
para crear zonas libres de transgénicos, sobre todo en los casos de
"ecosistemas frágiles", para proteger la biodiversidad o para
proteger los tipos agricultura que no utilizan transgénicos. En
consecuencia, animamos a las comunidades autónomas y otras
entidades locales a ejercer ese derecho y a solicitar su
declaración como Zonas Libres de Transgénicos (ZLT).
Sin embargo, lamentamos profundamente
que no se garantice que las semillas estén libres de contaminación
transgénica, al renunciar los ministros a proteger las semillas
convencionales y ecológicas al aceptar que se establezca un umbral
de contaminación accidental por transgénicos en las semillas.
Estos límites mínimos atentan contra la libertad de elección de los
agricultores y consumidores y ponen en grave peligro el futuro de
la agricultura en general y de la agricultura ecológica en
particular.
Pese a la oposición de España, único
país de la UE que cultiva transgénicos a gran escala, el Consejo ha
solicitado un informe con las valoraciones de los países miembros
sobre el impacto socio-económico de la liberación y puesta en el
mercado de los transgénicos. Apelamos a la responsabilidad del
Gobierno español en este tema, para que estudie por fin de forma
seria e independiente estos impactos del cultivo y comercialización
de transgénicos en nuestro país.