Comunicado de prensa - marzo 27, 2007
Esta mañana, activistas de Greenpeace se han descolgado por la chimenea de la central térmica de carbón de Pasaia (Guipuzcoa) y están escribiendo en ella STOP CO2. Con esta acción de protesta los ecologistas quieren exigir a la compañía propietaria, Iberdrola, que cierre esta central que emite en un año más CO2 que todo el parque móvil de Guipuzcoa. La organización ecologista propone a la empresa eléctrica que invierta en energías renovables para generar esa electricidad.
Activistas de Greenpeace frente a la central térmica de Pasaia
Activistas de Greenpeace frente a la central térmica de Pasaia
Imagen de la central de Pasaia.
Activistas de Greenpeace con una pancarta en frente de la central térmica de Pasaia.
Imagen de activistas de Greenpeace desde la torre de la central térmica de Pasaia
Imagen de activistas de Greenpeace en la puerta de la central térmica de Pasaia (Donostia).
Imagen realizada desde la torre de la central térmica de Pasaia (Donostia).
Activistas de Greenpeace en la centra térmica de Pasaia (Donostia).
Imagen realizada desde la torre de la centra térmica de Pasaia (Donostia)
Activistas de Greenpeace pintan en la chimenea de la central térmica de Pasaia "Stop Co2".
Un activista de Greenpeace descolgándose por la chimenea de la central térmica de Pasaia.
Imagen de activistas de Greenpeace en la central térmica de Pasaia.
A las 7 de la mañana, una veintena de miembros de Greenpeace ha
accedido a la central térmica de Iberdrola en Pasaia. Un grupo de
escaladores se ha descolgado de la chimenea donde están escribiendo
el lema “STOP CO2”, el
resto de activistas se mantiene en las puertas de la central con
pancartas de "PASAIA CIERRE YA” y “ITXI ORAIN PASAIA”.
Iberdrola es una de las compañías que defiende el Protocolo de
Kioto, apuesta por las energías renovables y ha criticado que el
Plan Nacional de Asignación subvenciona, injustamente, al carbón.
Sin embargo, en la actualidad mantiene tres centrales térmicas de
carbón: la térmica de Guardo, ubicada en Velilla del río Carrión
(Palencia), la térmica de Lada, ubicada en Langreo (Asturias) y la
de Pasaia. En los planes de cierre de centrales térmicas de
Iberdrola únicamente figura el grupo 3 de la central de Lada, a
pesar de que estas instalaciones están completamente amortizadas y
que la generación eléctrica a través del carbón es la que emite más
CO2 por kWh producido.
"Para frenar el cambio climático hay que reducir las emisiones
de CO2, y la forma más rápida es dejar de quemar carbón para
producir electricidad" -ha declarado Raquel Montón, responsable de
la campaña de cambio climático de Greenpeace- "Iberdrola debe
cerrar la central de Pasaia y dedicar sus recursos a las energías
renovables".
Greenpeace invita a toda la ciudadanía a que se sume a la
revolución renovable de Greenpeace. www.greenpeace.es (www.energia.greenpeace.es).
Nos enfrentamos a un grave problema como es el cambio climático
producido por el uso de combustibles fósiles como el carbón. El
pasado 2 de febrero el Panel Intergubernamental de Cambio Climático
(IPCC) concluía que, si continuamos actuando como hasta ahora, es
probable que durante este siglo las temperaturas medias globales
suban entre 1,1°C y 6,4°C por encima de los niveles de entre 1980 y
1999. Esto no llevaría a más sequías, peligrosas olas de calor,
inundaciones y huracanes más fuertes, al deshielo rápido de las
capas de hielo y a una subida importante del nivel del mar.
"Ahora Iberdrola tiene la oportunidad de demostrar si la apuesta
de por las renovables, el Protocolo de Kioto, la sostenibilidad y
el medio ambiente es más que un elemento "decorativo" que inunda de
imágenes de aerogeneradores sus informes y su publicidad " concluyó
Montón.
No te pierdas el vídeo de la acción.-