Más del 75% los stocks pesqueros mundiales están totalmente explotados, sobreexplotados o agotados. La sobrepesca, principalmente, ha provocado la desaparición del 90% de los grandes depredadores, como el bacalao, el atún o el pez espada.
Italia ha anunciado hoy que apoya la prohibición del comercio
internacional de esta especie, a pesar de tener una gran flota
atunera. Esta propuesta de protección se une a la presentada en
octubre de 2009 por el Principado de Mónaco, a la que se han sumado
países como Holanda, Alemania o Suecia. Sin embargo España, el país
que más se juega en la conservación del atún rojo, sigue
manteniéndose en contra.
El débil liderazgo en materia pesquera de España dentro de la
Unión Europea (UE) es evidente, tal y como demuestra su falta de
arbitraje en el enfrentamiento del Comisario de Asuntos Marítimos,
Joe Borg y el Comisario de Medio Ambiente, Stavros Dimas. España,
en lugar de tomar las riendas, se limita a esperar el voto de
países como Francia
Las tres organizaciones consideran que España, como actual
presidenta de la UE, mantiene una actitud que entorpece cualquier
esfuerzo comunitario por salvar el atún rojo, y que debería
aprovechar la oportunidad que ofrece CITES en su reunión de marzo
en Doha.
"El Gobierno de España no puede seguir mirando para otro lado y
no asumir la situación de colapso del atún rojo. Si finalmente
Francia acaba posicionándose a favor de incluir el atún rojo en el
Apéndice I de CITES, se quedará solo en la UE . Algo vergonzoso
debido a lo que representa esta especie para nuestra economía y
cultura pesquera", ha declarado Jorge Sáez coordinador de Medio
Marino de Ecologistas en Acción.
La inclusión de esta especie en CITES está apoyada por los
propios científicos de la Comisión Internacional para la
Conservación del Atún Atlántico (ICCAT, en sus siglas en inglés)
que recientemente demostraron que la población reproductiva se ha
reducido en más de un 85%, principal criterio para su inclusión en
CITES (1). ICCAT ha ignorado todas las alarmas y, en su última
reunión en Brasil, decidió mantener abierta la pesquería con una
cuota de 13.500 toneladas, en contra de todas las recomendaciones
científicas.
"El estado en el que se encuentra el atún rojo hace patente la
incompetencia de los gobiernos al no tomar medidas para evitar su
colapso. España, como presidenta de la UE, debe liderar las
reuniones y obtener un compromiso real de protección", ha declarado
Celia Ojeda, responsable de Océanos de Greenpeace.
Por su parte Raúl García, responsable de Pesquerías de WWF, ha
añadido: "Si la UE y España quieren tener credibilidad a la hora de
impulsar una política pesquera sostenible, no pueden desaprovechar
la oportunidad, probablemente la última, que queda para salvar la
pesquería más antigua del mundo".
Una prohibición del comercio internacional de atún rojo y el
establecimiento de un plan de recuperación basado en las
recomendaciones científicas y que incluya la protección de sus
zonas de desove son ahora las únicas opciones para salvar esta
especie. Ecologistas en Acción, WWF y Greenpeace piden al Gobierno
un cambio de actitud y que lidere los esfuerzos europeos por
conservar esta emblemática pesquería.