Comunicado de prensa - octubre 10, 2009
Una vez finalizada la reunión de Naciones Unidas sobre cambio climático de Bangkok, Tailandia, Greenpeace lamenta que potencias económicas como Estados Unidos o la Unión Europea hayan propuesto reducciones de emisiones claramente inferiores a las recomendadas por la ONU para evitar que el aumento de la temperatura media del planeta alcance los 2ºC.
"EEUU intenta imponer a la comunidad internacional las presiones
que recibe de la industria de los combustibles fósiles. Obama debe
poner la ciencia y las necesidades de los más vulnerables por
delante de los intereses económicos si quiere ser un verdadero
líder político y estar a la altura de un verdadero premio nobel de
la paz", ha declarado Aida Vila, responsable de la campaña de
Cambio Climático y Energía de Greenpeace. Mientras tanto, países
como Noruega (que ha ofrecido un 40% de reducción) demuestran que
no sólo es posible sino necesario ser más ambiciosos.
A pesar de que en la reunión se han producido tímidos progresos
en el texto del acuerdo que debe alcanzarse en Copenhague,
Greenpeace ha demandado a los países desarrollados que respondan a
los ofrecimientos de reducciones de emisiones presentados por
algunos países en desarrollo en las últimas semanas y asuman
compromisos concretos en cuanto a financiación. "No se trata de
ayuda al desarrollo ni de caridad, es la forma de generar la
confianza necesaria para asegurar el avance de las negociaciones y
de hacer frente a la responsabilidad histórica de los países
desarrollados en una crisis que, para muchos, es ya cuestión de
vida o muerte", ha añadido Vila.
Además, Greenpeace le ha pedido al Gobierno español coherencia
entre las declaraciones de intenciones recogidas en los discursos
del presidente en los foros internacionales y el papel que juega
España en las negociaciones. "La batalla contra el cambio climático
se gana en el plano de los hechos, no en el de las palabras. Es
necesario alinear las políticas con las recomendaciones científicas
y es necesario hacerlo ahora. El cambio climático no espera por
nadie", ha concluido Vila.