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Piden a Rajoy que se preocupe más de los vecinos y menos de los intereses económicos de las compañías eléctricas

De los 330 trabajadores de la central nuclear sólo 30 son vecinos de la zona y la mayor parte de éstos últimos son alcaldes o concejales en esos pueblos

Comunicado de prensa - octubre 6, 2009
Ante la visita del presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, a la central nuclear de Garoña (Burgos), la Asociación de Vecinos Afectados por la Central Atómica de Garoña (AVACA) y los colectivos ecologistas Greenpeace y Ecologistas en Acción piden a Rajoy que se preocupe más de los vecinos de la zona y menos de los intereses económicos de las compañías eléctricas Iberdrola y Endesa, accionistas de Nuclenor, la empresa gestora de la central de Garoña.

Activistas de Ecologistas en Acción y Greenpeace han entregado esta mañana una enorme llave al ministro de Industria, Miguel Sebastián, en un acto simbólico para cerrar Garoña.

Ante la visita del presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, a la central nuclear de Garoña (Burgos), la Asociación de Vecinos Afectados por la Central Atómica de Garoña (AVACA) y los colectivos ecologistas Greenpeace y Ecologistas en Acción piden a Rajoy que se preocupe más de los vecinos de la zona y menos de los intereses económicos de las compañías eléctricas Iberdrola y Endesa, accionistas de Nuclenor, la empresa gestora de la central de Garoña.

"El Sr. Rajoy y los máximos dirigentes de la Junta de Castilla y León parecen estar más preocupados por salvaguardar los beneficios económicos de las compañías eléctricas propietarias de Garoña que de buscar la seguridad de los habitantes de la zona", ha afirmado Agapito Suárez, presidente de AVACA.

"La central nuclear no ha traído riqueza a la comarca, que está ahora mucho más despoblada que cuando se instaló la nuclear. El Valle de Tobalina ha visto descender su población de 3.000 a 1.000 habitantes en estos años, y como evidencia está el cierre de los cinco bares que había en Barcina del Barco. ¿Dónde está el desarrollo económico del que hablan los defensores de Garoña?, ha añadido Suárez.

Suárez ha expresado además la preocupación de los vecinos de la zona por la existencia de altas tasas de incidencia de determinados tipos de cáncer y otros problemas de salud en el entorno de la central nuclear de Garoña.

"La central nuclear apenas da dinero a la zona, más bien origina gastos de los que no se hace responsable. Los planes de emergencia nuclear del PENBU- que no está operativo- los pagamos entre todos a través de las instituciones públicas. Y el dinero que cobran los ayuntamientos -en compensación por tener los residuos nucleares cerca-  lo costeamos todos los consumidores a través de la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (ENRESA)", ha declarado Luis Oviedo, portavoz de Ecologistas en Acción de Castilla y León.

La central nuclear de Garoña, en contra de lo que ha difundido el lobby nuclear, no ha ayudado al desarrollo de los pueblos cercanos. En la central nuclear de Garoña trabajan 330 personas y no un millar, como falsamente se ha llegado a decir. De ellos tan sólo 30 son vecinos del valle, en su mayoría alcaldes y concejales. De Frías, uno de los mayores pueblos de la zona, trabajan en Garoña sólo 4 de sus 280 habitantes. (ver gráfico al final del comunicado)

"Con su defensa a ultranza de la continuidad de esta vieja, deteriorada y peligrosa central nuclear, Rajoy y la Junta de Castilla y León se hacen cómplices de la codicia de Nuclenor, y al tiempo eliminan cualquier posibilidad de lograr un verdadero desarrollo económico más sostenible en la zona dejando atrás el monocultivo industrial que provoca la propia central nuclear", declaró Carlos Bravo, responsable de la campaña antinuclear de Greenpeace.

El cierre de la planta no perjudicará al empleo porque el desmantelamiento de una central es un proceso largo y generador de puestos de trabajo. Además, el sector de las energías renovables tiene una capacidad de creación de empleo muy superior al sector nuclear ya que, de todas las formas de producir energía, la energía nuclear es la que crea menos puestos de trabajo.

Según datos de Comisiones Obreras, en un informe de febrero de 2008, en España el sector de las energías renovables generaba -ya a finales de 2007- 89.000 empleos directos (y 99.681 indirectos). En Alemania, en 2006 el sector de energías renovables dio empleo a 235.000 trabajadores, un incremento del 50% sobre los dos años anteriores.

Las organizaciones antinucleares han recordado que, inaugurada por Franco en 1971, y con 38 años de antigüedad, la central nuclear de Santa María de Garoña es la única de "primera generación" que sigue en funcionamiento; que está afectada por un severo proceso de corrosión en las barras de combustible, que es una muestra de la gravísima erosión de la cultura de la seguridad que afecta a todo el ciclo nuclear, y que sólo en lo que llevamos del año 2009 ha sufrido ya al menos 11 incidentes, algunos de los cuales sólo se han conocido cuando Ecologistas en Acción y Greenpeace los han hecho públicos.

La central de Garoña está totalmente amortizada, y su aportación al mix eléctrico es marginal (el 1,28% del total, el año 2007) y sobradamente compensada por la aportación de las energías renovables. Las energías renovables aportaron el año 2007 un 23% del total de electricidad generada (un 3% más que todas las nucleares juntas). Simplemente el incremento de la producción de electricidad renovable el 2007 con respecto al 2006 supuso casi el doble de la aportación de la central nuclear de Garoña durante el 2007. Ello, sin olvidar que el año 2008, España, que es una exportadora neta de electricidad, exportó el equivalente a la producida por tres centrales nucleares como la de Garoña.