Los fabricantes de automóviles redujeron el consumo de
combustible de sus vehículos, y por tanto las emisiones de CO2, en
un grado muy diferente durante 2008. De hecho, algunos fabricantes
consiguen reducciones cuatro a cinco veces mayores que otros, lo
cual demuestra el amplio margen de que dispone la industria
automovilística para fabricar vehículos menos contaminantes.
Así, los datos publicados hoy por Transport & Environment
(T&E), organización a la que pertenece Ecologistas en Acción,
muestran que las emisiones medias de los automóviles vendidos en
Europa durante 2008 por BMW y Mazda han reducido sus emisiones en
un 10% y el 8,2%, respectivamente, si bien esta última marca partía
de una situación de muy altas emisiones. Sin embargo, nueve de los
catorce mayores productores de automóviles quedaron por debajo del
4% [1].
Obviamente, es muy importante fijarse en la situación de
partida: durante 2008 los vehículos menos emisores han sido los
vendidos por Fiat, seguido de PSA Peugeot-Citroën y de Renault. En
el otro extremo, están marcas como Daimler, Nissan, Volkswagen o
Mazda, que son las que fabrican, por ese orden, vehículos más
contaminantes.
El descenso medio de emisiones de los coches vendidos en Europa
es de un 3,3% (pasando de 158,7 g/km un año antes a 153,5 g/km
durante 2008). En cuanto al Estado español, estas mismas emisiones
han sido en 2008 de 148 g/km, lo que supone una reducción del 3,4%
con respecto a 2007). Es de destacar que países como Dinamarca
(8,3% de reducción de emisiones entre 2007 y 2008) o Finlandia
(8,2%) son precisamente los Estados que han establecido medidas más
claras de fiscalidad para reducir las emisiones de CO2, lo que con
nitidez indica un buen camino a seguir por el resto.
Como se recordará, la normativa europea aprobada a finales de
2008 fija objetivos vinculantes para las emisiones medias de CO2 de
cada fabricante, en concreto un límite de 130 g/km para 2015, un
objetivo que organizaciones como Greenpeace y Ecologistas en Acción
siempre consideraron muy poco ambicioso. Según el informe que hoy
se presenta, las notables diferencias en el rendimiento de los
diferentes fabricantes de automóviles muestran que el objetivo es
fácilmente alcanzable a poco que se tenga voluntad para ello, y que
se debía haber sido mucho más audaz a la hora de exigir
reducciones. Efectivamente, marcas como Fiat o PSA Peugeot-Citroën
ya están por debajo de los 140 g/km. La primera es la que más cerca
está de cumplir con su objetivo para 2015. Fiat, en cambio, a pesar
de unas emisiones medias inferiores a las de PSA Peugeot-Citroën
está en cuarta posición en el ranking de las compañías que más se
acercan a su objetivo para 2015 ya que fabrica vehículos 160 kg más
ligeros que los de PSA y, por lo tanto, está sujeto a un objetivo
más ambicioso [2].
Aún con sus limitaciones, la nueva legislación de la UE ya está
teniendo efectos. La caída global de las emisiones medias de CO2 no
se puede relacionar sólo con la crisis financiera, los altos
precios del combustible o los cambios en el comportamiento de los
consumidores, puesto que las reducciones no han sido uniformes
según las marcas.
Para las dos organizaciones ecologistas, este impacto positivo
de la legislación sobre los coches se suma a la evidencia de que es
necesario fijar objetivos jurídicamente vinculantes a las
furgonetas y camiones, responsables casi de la mitad de las
emisiones de CO2 imputables a la carretera.
Notas:
[1] Informe completo disponible (en inglés, 225 Kb) en: http://www.transportenvironment.org/docs/2009_09_car_company_co2_report_final.pdf
El informe también analiza algunas de las estrategias de los
fabricantes de automóviles para reducir sus emisiones medias. Así,
Ford se desprendió de Jaguar y LandRover, muy emisores, lo que por
sí solo representaba más de la mitad de las reducciones de la
compañía. Otros fabricantes como Grupo Volkswagen, junto con Toyota
y Honda no ofrecen la tecnología más eficiente en toda su gama,
sino en algunos modelos. Otros fabricantes, como el grupo BMW, que
registró las mayores mejoras para el segundo año consecutivo -si
bien partiendo de emisiones muy altas-, ofrece su tecnología
Efficient Dynamics en toda su gama de productos.
[2] La legislación europea en materia de emisiones de CO2 de los
automóviles fija un objetivo por cada compañía sobre la base del
peso medio de la flota de vehículos que ésta comercializa. Este
sistema, que encontró la fuerte oposición de las ONG ecologistas,
entraña un incentivo perverso para que los fabricantes aumenten el
peso de sus productos para que la legislación les exija menores
esfuerzos. Para más información: http://www.greenpeace.org/espana/reports/por-que-el-peso-y-no-el-tama.pdf