Comunicado de prensa - marzo 19, 2009
La Cumbre Europea que comienza hoy en Bruselas es para Greenpeace una gran oportunidad para mostrar el compromiso de la Unión Europea (UE) en la lucha contra el cambio climático a nivel global. El próximo mes de diciembre debe alcanzarse un acuerdo climático internacional que vinculará tanto a los países desarrollados como a los que están en desarrollo. Para empezar a negociar, es necesario que la UE ofrezca el apoyo financiero preciso para corresponder al esfuerzo que se solicita de los países más pobres en la lucha por el clima.
Trescientos activistas de Greenpeace, procedentes de toda Europa, han bloqueado esta mañana en Bruselas las salidas del edificio donde se reúnen los ministros de Economía. Están discutiendo la financiación a los países en desarrollo para combatir el cambio climático.
La organización espera que los líderes europeos muestren su
apoyo al establecimiento de nuevos esquemas financieros
internacionales que permitan obtener los fondos necesarios para la
lucha contra el cambio climático en los países en desarrollo. Este
gesto permitiría a estos países recuperar la confianza perdida en
la cumbre de Poznan y facilitaría el inicio de unas negociaciones
internacionales fructíferas de cara al acuerdo climático global que
debe alcanzarse en Copenhague.
Sin embargo, Greenpeace considera que este paso debería ir
acompañado de la expresión de las cifras concretas que van a
dirigirse a los países en desarrollo para la promoción de energías
limpias, a la protección de los bosques y a la adaptación a
aquellos efectos del cambio climático que ya son inevitables.
"Las inversiones necesarias para el clima son ridículas en
comparación con las que se han destinado al rescate de los bancos.
Si llevamos las cantidades al plano doméstico, podríamos decir que
nuestros líderes se han puesto de acuerdo para pagarle una gran
cena semanal a los bancos pero están dudando cuando se trata de
invitar al clima a un café", ha declarado Aida Vila, responsable de
la campaña de Cambio Climático y Energía de Greenpeace.
Según Greenpeace, los países industrializados deberían aportar
110.000 millones de euros anuales para 2020, a los que la UE
debería contribuir en 35.000 millones y España en 2.700. Estos
fondos, exclusivamente públicos, se destinarían a la lucha contra
el cambio climático en los países en desarrollo en los siguientes
campos:
- 40.000 millones de euros para inversiones en energías
limpias.
- 30.000 millones de euros para protección de los bosques.
- 40.000 millones de euros para ayudar a los países en desarrollo
a enfrentarse a aquellos efectos del cambio climático que ya son
inevitables.
Greenpeace hace un llamamiento a la UE para que no pierda más
tiempo y aproveche la cumbre que empieza hoy para establecer un
plan concreto de financiación para el clima. La organización
considera que el elemento clave en estas negociaciones debe ser la
voluntad conjunta de romper con un pasado basado en la dependencia
de energías sucias y anticuadas y la apuesta por el futuro
prometedor que ofrecen la eficiencia energética y las
renovables.
Greenpeace defiende la apuesta por las energías limpias como la
opción más favorable tanto a nivel climático como en términos de
crisis económica, sobretodo en países líderes en estas tecnologías
como España.
"Apoyar la movilización de fondos públicos internacionales para
inversiones verdes en los países más pobres significa asegurar el
desarrollo de un sector líder en nuestro país como es el de las
energías renovables. Por ello, no podemos permitirnos el lujo, a
nivel estatal, de dejar pasar esta oportunidad. En España, luchar
contra el cambio climático puede ser sinónimo de generar empleo",
ha añadido Vila.