Hoy se ha creado la mayor área marina protegida en el mundo en el mar de Ross, en aguas de la Antártida. Esta es una GRAN victoria para ballenas, pingüinos y la merluza negra que viven ahí y para los millones de personas en el mundo que piden la protección de nuestros océanos.



Durante años, Greenpeace ha trabajado por la protección del mar de Ross en CCAMLR, el organismo internacional responsable de la gestión y protección de las aguas de la Antártida (en sus siglas en inglés). Cada año, Greenpeace, la Antarctic Ocean Alliance (de la que formamos parte) y millones de personas de todo el mundo le pedían a los gobiernos que tomasen esta decisión. Pero año tras año se bloqueaba el proceso. Finalmente este año, los miembros de CCAMLR han acordado que ya era el momento de transformar el mar de Ross en un Santuario protegido.

Con esta decisión, el Santuario del mar de Ross se convierte en el área protegida más grande del mundo, cubriendo 1.550.000 km2, el equivalente a dos veces la superficie de España, y aproximadamente tres cuartas partes estarán totalmente protegidas de cualquier actividad.



Denominado “el último océano”, el mar de Ross ha sido identificado por la comunidad científica como uno de los pocos ecosistemas marinos intactos. Es imponente, deslumbrante. Pero nos estábamos empezando a preguntar si alguna vez sería protegido.

Para conseguir finalmente esta protección ha habido que añadir una cláusula temporal de 35 años, lo que significa que en ese tiempo los miembros de CCAMLR deberán decidir de nuevo sobre su futuro. Para que la protección marina sea realmente efectiva tiene que ser a largo plazo por lo que tenemos este tiempo por delante para asegurarnos que cuando haya que renovar la protección del mar de Ross, no haya ninguna resistencia y se haga permanente. ¡Estamos seguros que para 2051 será una decisión sencilla!  



Y acercándonos al término del año, podemos decir que 2016 ha sido un gran año para la protección de los océanos.

La victoria en el mar de Ross llega al poco de la decisión del Presidente Obama de expandir el Monumento Nacional Marino de Papahanaumokuakea en Hawai que se establecía, hasta ahora, como el área marina protegida más grande del mundo. Solo unos días antes, Obama también hizo historia al establecer el primer Monumento Nacional Marino en el Atlántico, que protege cañones y montes submarinos.  Otros países también han dado pasos en la protección de sus aguas, como por ejemplo Chile con la creación de un gran parque marino alrededor de la isla de Pascua, o el compromiso de Reino Unido de crear “cinturones azules” de protección en sus territorios de ultramar.

Sin embargo, pese al gran tamaño de estos santuarios, el océano es aún más grande. A pesar del compromiso internacional alcanzado en el Congreso de Conservación de la Naturaleza este verano, de proteger el 30% de los océanos para 2030, queda mucho por recorrer para alcanzar este objetivo. Y Greenpeace va más allá, pidiendo que el 40% de los océanos a nivel mundial sean declarados Santuarios. 

La evidencia científica no deja lugar a duda de que los Santuarios Marinos son vitales para proteger la biodiversidad, recuperar las poblaciones de peces y aumentar la resiliencia al cambio climático. Lamentablemente, largas luchas como la que ha llevado a esta victoria en el mar de Ross necesitan más que solo ciencia. Necesitan millones de personas alzando su voz por los océanos. Sin vuestras voces, las pruebas científicas más evidentes no son suficientes para hacerle frente a los intereses de la gran industria pesquera y su lobby.

Parece que la marea está cambiando a favor de la conservación, pero como muestra esta victoria, conseguir que se actúe y se tomen medidas en aguas internacionales, que no son competencia de un único país, es un gran desafío. Por eso necesitamos hacer mucho más para proteger las aguas internacionales, que no solo no están protegidas sino que carecen de un sistema que pueda protegerlas. ¡Pero estamos cerca! Greenpeace trabaja con todas sus fuerzas para asegurar que Naciones Unidas declare Santuarios en las aguas internacionales, y en lugares tan únicos y vitales para nuestro planeta como el Ártico. Con tu ayuda, podemos hacer mucho más.

¡Muchas gracias a por apoyarnos y ser parte de esta victoria!