Lamentablemente, un año más y por las mismas fechas, vuelvo a escribir sobre la mortandad masiva de abejas. Año tras año, las abejas reciben un regalo envenenado cuando despiertan de su letargo invernal y encuentran las primeras flores cargadas de alimento.



Se aprovisionan como locas pensando en los días que les esperan. La primavera se acerca y la colonia tiene que estar fuerte. Pero… ese codiciado alimento está cargado de sustancias químicas que las matan a puñados. Y ésto es solo lo visible del problema, una parte de las abejas que consiguen regresar a la colmena y se mueren, porque todos los demás polinizadores que también se están muriendo por el mismo motivo no los vemos. Las abejas y otros polinizadores se mueren con total impunidad.

Desde Andalucía, Murcia y Valencia hemos recibido llamadas informándonos de lo que está ocurriendo con las abejas y el viernes pasado nos bajamos a Valencia para ser testigos de estas mortandades. En Valencia estuvimos con Enrique Simó, apicultor y veterinario de la Agrupación de Defensa Sanitaria Apícola (apiADS) para que nos contara de primera mano lo que ocurrió en estas dos últimas semanas.

El espectáculo era dantesco y pudimos coger a puñados las miles de abejas muertas. Mi corazón se ha roto de tristeza, rabia, indignación… al tocarlas. Enrique estima que se pueden haber muerto unas 225.000 abejas de sus 50 colmenas, lo que supone el 50% de la población adulta, las abejas que recolectan alimento y lo llevan a la colmena. Así que imaginaros en qué situación se queda la colonia.



Esto ocurrió, como en otros años, durante la floración de los frutales más tempranos como los nectarinos y melocotoneros. Las abejas y otros insectos polinizadores se están muriendo y son los plaguicidas utilizados en la agricultura industrial lo que las está matando.

Desde el 1 de enero de 2014 todas las explotaciones de la UE tienen que cumplir con los principios de la Gestión Integrada de Plagas que indican que se debe dar prioridad siempre a los métodos no químicos para luchar contra las plagas con el objetivo de proteger el medio ambiente y la salud humana. Por otra lado, desde la autoridades autonómicas se emiten avisos para que no se usen productos fitosanitarios durante la floración. Sin embargo, el interés de vender este tipo de productos por los grandes fabricantes y las casas comerciales, un mal asesoramiento al sector agrícola y un escaso o nulo control por parte de las autoridades locales originan estas situaciones que se repiten con impunidad cada año.

Ante ésto solo hay una solución. Las autoridades competentes deben extremar los controles para que no se sigan aplicando estos productos. En segundo lugar se debe poner en marcha un plan de acción integral para salvar a las abejas y otros insectos polinizadores que contemple un calendario claro para la eliminación de los productos peligrosos para las abejas, empezando por los más peligrosos (en España están autorizados más de 300 insecticidas en cuya ficha de registro indica que son peligrosos, incluso algunos muy peligrosos, para las abejas). Por último, se debe apostar decididamente por la agricultura ecológica, la única solución de futuro.



Pero no todo son malas noticias y pese a que la Región de Murcia y la Comunidad Valenciana son las dos CCAA en la península donde más se utilizan plaguicidas es de destacar el esfuerzo por incrementar la superficie dedicada a la agricultura ecológica. La Región de Murcia se ha marcado como objetivo que el 27% de su superficie agrícola sea cultivada en ecológico para finales de 2016 y la Comunidad Valenciana se ha propuesto alcanzar el 20% para 2020 (ahora está en cerca de 8%). Andalucía es la CA donde más superficie se dedica a la agricultura ecológica con más de 850.000 hectáreas en 2014.

Lamentablemente, Enrique nos dice que esto es solo el “aperitivo” y que cuando empiece la floración de los cítricos, y con ella también el uso indiscriminado de plaguicidas, las abejas caerán como hojas en el otoño. Vamos a hacer todo lo posible para que no sea así.

Por ello, si aún no lo has hecho, firma nuestra petición para salvar a las abejas.