El jueves de la semana pasada, y de manera simultánea, denunciamos en Endesa, Iberdrola y Gas Natural que estas empresas contaminan mientras la ciudadanía paga, ya que quieren mantener en funcionamiento sus viejas centrales térmicas y nucleares en vez de acelerar la transición hacia las energías renovables, lo que provoca que se promueva un sistema energético causante de contaminación, cambio climático y precios altos de la energía. Sin duda es el resultado de la política energética del Gobierno, pero en Greenpeace sabemos que en el caso del oligopolio eléctrico y el Gobierno “Tanto monta, monta tanto, los gobernantes y las eléctricas”.



Una de la acciones de protesta de Greenpeace fue en la Torre de Iberdrola, en Bilbao y durante esa mañana no quisieron hablarnos. Pero al día siguiente, gracias a la asociación de consumidores ADICAE, en representación de varios pequeños accionistas, fui invitada a intervenir en su Junta General de Accionistas que se celebraba ese día, junto el Foro contra Garoña, y entonces sí que nos escucharon y respondieron. Aquí nuestra intervención (a partir del minuto 1:03:40), y la “ya conocida” respuesta del Presidente de Iberdrola, Ignacio S. Galán (a partir del minuto 1:23:00)



Galán dijo que habían pedido a Endesa el desistimiento de la solicitud de licencia para Garoña, y además añadió que el resto de nucleares también están en una situación de pérdidas debido a los impuestos.

De un plumazo le pasó la pelota a Endesa sobre el asunto de Garoña, dejó más que en evidencia al Consejo de Seguridad Nuclear y todos sus tejemanejes para realizar un informe sobre Garoña que a todas luces no necesitan, y le dio un recado al Gobierno, si quiere ampliar la vida de las nucleares en este país, ya podemos ir aflojando el bolsillo y darles una amnistía fiscal. Queda claro que el gran negocio de las nucleares solo se sostiene si hay una política energética y fiscal que lo alimente, es decir, es una decisión política.

Endesa respondió tratando de eludir la responsabilidad de la decisión en Nuclenor, lo cual no pasa de ser una tomadura de pelo, puesto que esta sociedad es propiedad a partes iguales de Iberdrola y Endesa, o sea que son ellos mismos. Y la respuesta del Gobierno diciendo que escuchará a todos antes de decidir sobre Garoña, significa que espera que Endesa diga algo, porque casi todos los demás ya lo hemos dicho.

Y sobre el segundo recado Iberdrola deja claro el debate nuclear, si queremos nucleares ellos quieren ganar más dinero, es decir que les rebajen los impuestos y que les paguemos entre otras cosas la gestión de los residuos radiactivos para los cuales Enresa no sólo no tiene suficiente dinero, sino que tiene un déficit de 1.500 millones de euros.

El pronunciamiento de Iberdrola deja bastante claro que Garoña no tiene ninguna posibilidad de volver a funcionar, pero aún hay más cuestiones que Greenpeace le planteó y que necesitan que Iberdrola responda, Solo así podrá adecuar la realidad de la empresa a su imagen verde.