Documento - enero 1, 2004
El año 2003 fue un año difícil para el medio ambiente en España.
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Executive summary: La actividad de la organización en nuestro país estuvo necesariamente marcada por la catástrofe del Prestige, la mayor que hayan sufrido las costas europeas.
Desplegamos una intensa actividad tanto en las zonas afectadas como en los lugares en los que se adoptan las decisiones: llevamos el fuel que contaminó las costas a muchos puntos de Europa desde Bruselas hasta Zug (base de Crown Resources) como testimonio del daño producido; la denuncia contra el transporte de petróleo en buques monocasco nos llevó a abordar un petrolero en Gibraltar y el seguimiento día a día de la marea negra fue una constante. La Torre de Hércules fue testigo silencioso de un aniversario en el que algunos quisieron, sin éxito, hacer olvidar la catástrofe. Un año en el que tratamos de que se pusieran las soluciones para evitar la catástrofe repetida. A lo largo de 2003 Greenpeace España ha consolidado su crecimiento, superando por vez primera en sus veinte años de historia los 80.000 asociados, y manteniendo una tendencia de aumento en su implantación. En las páginas que siguen encontraréis todos los datos desglosados sobre la situación económica de la organización. Nuestra denuncia contra la guerra y a favor de la Paz fue trasladada por el Rainbow Warrior hasta la bocana de la base de Rota (Cádiz). Pero nuestros activistas fueron detenidos después de una semana de protestas y se enfrentan ahora a una petición del fiscal de un total de 12 años de cárcel. Mientras los promotores de la guerra ilegal siguen libres, se persigue a los que l denunciaron. Pero no nos pararon con ello: nuestra voz a favor de la paz siguió oyéndose a travé de las actividades de nuestros Grupos de Apoyo La denuncia de la tala ilegal de bosques primarios llevó a compromisos de ayuntamientos como el de Barcelona a comprar sólo madera certificada FSC, y el acuerdo unánime del Parlament de Catalunya en el mismo sentido. Ello a pesar de la detención durante un mes del Rainbow Warrior en Valencia por denunciar la importación de madera extraída ilegalmente en África. Un duro pulso con el Gobierno que exigía el pago de 300.000 euros de fianza, el cual finalmente tuvo que rebajarla en un 98%, gracias nuevamente al masivo apoyo que recibimos de miles de personas y decenas de colectivos.
La actividad de Greenpeace se ha extendido también a los colegios a través del Proyecto educativo, en especial a través de la Red de Escuelas solares, e incluso a los hogares: con nuestras aspiradoras hemos tomado muestras del polvo las casas y comprobado la presencia de numerosos compuestos tóxicos en el polvo el que convivimos diariamente.
Terminó 2003, el año del chapapote y de la guerra. Un año para olvidar.
Num. pages: 21