Desde primera hora de la mañana, un grupo de activistas de Greenpeace llegados en zódiacs ha iniciado una jornada de protesta con el bloqueo del almacén de carbón “Medusa”, en el puerto de A Coruña para llamar la atención del Gobierno sobre la necesidad de terminar con la quema de carbón y sustituirlo por energías limpias. Los activistas han impedido la carga de un tren de carbón y están desplegando una pancarta en la cúpula del almacén.
Dos activistas permanecen colgados justo delante de la vía de uno de los puntos de descarga de carbón en los trenes que lo transportan a la cercana central térmica de Meirama, mientras que otros escaladores han colgado una pancarta de 100 m2en la cúpula del almacén de Gas Natural-Fenosa, conocido como la Medusa, con el mensaje “Almacén de Cambio Climático”. Además, en otras pancartas puede leerse el mensaje “Carbón es cambio climático”.
La organización ecologista comenzó el pasado 1 de septiembre una campaña por el Cantábrico a bordo del barco Esperanza, bajo el lema "Misión de Salvar el Clima", para alertar de que la quema de carbón es el principal responsable del cambio climático además de causar numerosas enfermedades respiratorias, algo que la ciudadanía ha reiterado en numerosas ocasiones. En transcurso del viaje, Greenpeace ha presentado un informe titulado "Villanos del clima", en el que pone rostro a los principales responsables del cambio climático en España.
Greenpeace espera que esta acción sirva para que el Gobierno tome cartas en el asunto y desarrolle cuanto antes una ley de cambio climático y transición energética que establezca un plan de cierre para 2025 de todas las térmicas de carbón en el que se detalle un plan de transición justa para garantizar un futuro real y sostenible para las personas que viven en las cuencas mineras y de las centrales de producción eléctrica contaminante.
La organización ecologista también reclama a Gas Natural Fenosa que establezca lafecha de cierre de sus térmicas de carbón y que en lugar de invertir para que sigan operando estas sucias y viejas centrales, enfoque sus inversiones para acelerar la transición energética hacia un modelo basado únicamente en renovables.
"El cambio climático es el mayor reto al que nos enfrentamos y de ninguna manera se puede solucionar de espaldas a la ciudadanía. El Gobierno debe reconocer el derecho ciudadano a participar en paridad de condiciones en la transición energética y de ninguna manera permitir más subvenciones a los combustibles fósiles", ha declarado Tatiana Nuño, responsable de la campaña de Cambio climático de Greenpeace.
Greenpeace recuerda que este es un año clave para salvar el clima pues el Gobierno español tendrá que negociar tanto en Europa como a nivel nacional dos procesos que van a marcar la política energética de las próximas décadas: el Plan Integrado de Energía y Clima que cada país europeo tiene que presentar a la Comisión Europea a principios de 2018 y la Ley nacional de Cambio Climático y Transición Energética.
Todas las posiciones mantenidas por el Gobierno en los foros y negociaciones internacionales en los que participe, tales como el Paquete de Invierno de la UE o las cumbres del clima, deben estar alineadas con la máxima ambición climática y garantizar que la ciudadanía esté en el epicentro de un sistema energético 100% Renovable, eficiente e inteligente antes de 2050.