Este sitio usa cookies. Si continúas navegando estás aceptando su utilización. Más información

Greenpeace se suma a las protestas contra la central nuclear de Almaraz de mañana sábado en Lisboa

Comunicado de prensa - febrero 3, 2017
• La intención de ampliar la vida de la central de Almaraz ha suscitado una gran oposición en el país vecino

Greenpeace se suma a las protestas contra la central nuclear de Almaraz que se están extendiendo en Portugal y participá mañana sábado día 3 en la Conferencia Antinuclear organizada por el Movimiento Ibérico Antinuclear, donde presentará el informe El inevitable cierre de las centrales nucleares españolas: una oportunidad económica y social

Asimismo, la organización ecologista participará en la concentración pacífica frente al Consulado de España a partir de las 19:15 h, para pedir que no se amplíe la vida de Almaraz y exigir la participación de Portugal en la decisión de la construcción del Almacén Temporal Individualizado de esta planta atómica.

El permiso del Gobierno español para que la central de Almaraz construya un almacén de residuos nucleares, ha suscitado un gran rechazo en Portugal, ya que esta instalación se encuentra a escasos 100 km de la frontera y esta planta es vista como un peligro para la seguridad y el medio ambiente de la ciudadanía portuguesa.

El Gobierno español no solo ignora a la sociedad civil española para ampliar la vida de las centrales nucleares, sino que también pretende ignorar el derecho de un Estado fronterizo como es Portugal”, ha declarado Raquel Montón, responsable de la campaña nuclear de Greenpeace.

El nuevo almacén de residuos permitiría a Almaraz prolongar su actividad después de cumplir los 40 años de vida operativa en 2020, cuando caduque su actual licencia de explotación, pero tanto el actual Gobierno del Partido Popular, como los propietarios de Almaraz, (Iberdrola (52,7%), Endesa (36,0%) y Gas Natural Fenosa (11,3%), pretenden ampliar su vida útil.

Greenpeace recuerda que el derecho internacional permite que el Estado portugués sea escuchado en este tema, ya que el Convenio de Espoo permite a otro Estado exigir una evaluación del impacto medioambiental de proyecto transfronterizo y la participación pública. En concreto, existen ya precedentes de casos similares respecto a plantas nucleares en otros países.

Espoo no sólo permite a Portugal participar en las decisiones sobre Almaraz, también se puede incluir a Garoña, la nuclear más vieja que la Unión Europea, que el Gobierno español está a punto de reabrir en estos días”.  Ha concluido Montón.



A Greenpeace junta-se aos protestos contra a Central Nuclear de Almaraz (Estremadura, Espanha) que estão a aumentar em Portugal e participará no próximo sábado na Conferência Antinuclear organizada pelo Movimento Ibérico Antinuclear, onde apresentará o relatório: " O inevitável encerramento das centrais nucleares espanholas: Uma oportunidade económica e social".

Além disso, a organização ambientalista participará na concentração pacífica em frente ao Consulado de Espanha a partir das 19h15 para pedir que não se prolongue a vida de Almaraz e exigir a participação de Portugal na decisão de construir o Armazém Temporário Individual desta instalação nuclear.

A autorização do Governo Espanhol para que a Central de Almaraz construa um armazém de residuos nucleares, suscitou grande rejeição em Portugal, já que esta instalação se encontra a escassos 100km da fronteira e é vista como um perigo para a segurança das pessoas e do meio ambiente português.

O Governo espanhol não só ignora a sociedade civil espanhola para ampliar a vida das suas centrais nucleares, como também ignora o direito de um Estado fronteiriço como é Portugal”, declarou Raquel Montón, responsável da campanha nuclear da Greenpeace Espanha.

O novo armazém de resíduos permitiria a Almaraz prolongar a sua atividade depois dos 40 anos de vida, em 2020 quando caduque a sua atual licença de exploração, mas tanto o atual governo do Partido Popular, como os proprietários de Almaraz, (Iberdrola (52,7%) , Endesa (36,0%) e Gas Natural Fenosa (11,3%), pretendem ampliar a sua vida útil.

A Greenpeace recorda que o direito internacional permite que o Estado Português seja ouvido neste tema, já que a Convenção de Espoo autoriza que um outro estado exija uma avaliação do impacto meio ambiental do projeto transfronteiriço e a participação pública.

Existem precedentes de casos similares no que diz respeito a instalações nucleares noutros países.

Espoo não só permite a Portugal participar nas decisões sobre Almaraz, como também pode incluir Garoña, a central mais antiga da União Europeia, que o Governo Espanhol está prestes a reabrir” concluiu Montón.

Categorías