Comunicado de prensa - mayo 8, 2017
• Comienzan las negociaciones climáticas internacionales en Bonn para el cumplimiento del Acuerdo de París
• Un nuevo estudio revela que España está lejos de poner fin a las subvenciones al carbón
Desde hoy y hasta el 18 de mayo, las delegaciones de cerca de 200 países se reúnen en Bonn (Alemania) para avanzar en el “libro de reglas” que recogerá la reglamentación y los procedimientos necesarios para alcanzar los objetivos climáticos del Acuerdo de París. A la reunión asistirá una delegación de Greenpeace para facilitar que las negociaciones avancen con rapidez y que todos los países se preparen para la revisión y el aumento de la ambición de los objetivos climáticos que tendrá lugar en 2018.
El objetivo de esta reunión contrasta con la actitud del Gobierno de España, que sigue sin apostar claramente por frenar el cambio climático, como quedó patente el pasado viernes cuando el ministro de Energía, Álvaro Nadal, se posicionó contra la decisión de Enel-Endesa para modificar su modelo de negocio y cerrar progresivamente sus térmicas de carbón.
“España es un diamante para las energías renovables y uno de los países europeos que más sufrirá los impactos del cambio climático, sin embargo tenemos un ministro de Energía que apoya las energías sucias y dificulta enormemente la transición energética y la búsqueda de alternativas sostenibles en las regiones minero-eléctricas”, ha declarado Tatiana Nuño, responsable de la campaña de cambio climático de Greenpeace.
Subvenciones al carbón
En un estudio que se ha publicado hoy por ODI (Overseas Development Institute) sobre las subvenciones al carbón en diez países europeos, España sigue lejos de poner medidas para terminar con las subvenciones a las centrales térmicas de carbón. De hecho, las subvenciones anuales al carbón ponen a España en el tercer puesto europeo, por delante de países como Alemania o Polonia.
Según el informe, España habría otorgado 754 millones de euros anuales entre 2005 y 2016 en subvenciones al carbón, tanto para la transición de las cuencas mineras como para las eléctricas propietarias de las centrales térmicas, aunque la falta de transparencia hace que algunos datos no estén disponibles.
Greenpeace exige al Gobierno que se tome en serio las políticas climáticas y energéticas, y que anteponga la salud de las personas y el medio ambiente a los intereses de las empresas. La organización ecologista cree que España tiene una magnífica oportunidad para planificar el cierre de las térmicas de carbón no más tarde de 2025 con el desarrollo de la ley de cambio climático y transición energética que quiere poner en marcha.
“La Comisión Europea ya hizo un llamamiento a los Estados miembros para poner fin a las subvenciones perjudiciales para el medio ambiente para 2020, incluidas las subvenciones a los combustibles fósiles y cerca de 200 países suman sus esfuerzos en la lucha por el cambio climático, por lo que el Gobierno español no puede seguir dando la espalda al cumplimiento sus obligaciones con el clima y la salud de las personas”, ha concluido Nuño.