Comunicado de prensa - mayo 12, 2017
• La protesta, convocada por la Coordinadora contra Garoña, pide el desmantelamiento de Garoña y el resto de centrales nucleares
Mañana sábado 13 de mayo, las organizaciones integrantes de la Coordinadora contra Garoña y el Foro contra Garoña convocan una manifestación a las 18 horas en Miranda de Ebro (Burgos), a la que acudirán las diferentes coordinadoras de Burgos, Cantabria, Euskadi, Aragón y Rioja. Greenpeace participará y anima a la ciudadanía a sumarse a la jornada de protesta pacífica.
El pasado 31 de marzo, el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, respondió a pregunta de Greenpeace en su junta general de accionistas que había pedido a Endesa el desistimiento de la explotación de Garoña. Posteriormente, el 26 de abril durante la junta de Endesa, su presidente de Endesa, también en respuesta a Greenpeace dijo que no iban a desistir del proceso de reapertura, tal y como se confirmó esa misma tarde en la reunión que mantuvo Nuclenor, dueña de la central de Garoña, de la que son propietarias al 50 % Endesa e Iberdrola. Ambas empresas están de acuerdo sobre que el Gobierno debe bajarles los impuestos, aunque el Ministerio de Hacienda ya se pronunció negando esa posibilidad. Por su parte el presidente de Castilla León, sin embargo, anunció que se plantea imponer un impuesto por el cierre de Garoña.
“El descaro del oligopolio energético no tiene límite: dicen que pierden dinero mientras estamos viendo cómo en la sede de Iberdrola se procede a un registro por la Fiscalía Anticorrupción por presunta manipulación de los precios de la luz en 2013, y la insensatez del presidente Herrera tampoco lo tiene, ya que pretende ‘rescatar’ Garoña, olvidando que la ciudadanía ya tenemos un buen agujero financiero para abordar el coste de su desmantelamiento y gestión de sus residuos, como para hacer que el agujero crezca más”, ha declarado Raquel Montón, responsable de la campaña nuclear de Greenpeace.
Greenpeace publicó el informe "El inevitable cierre de las centrales nucleares españolas: una oportunidad económica y social", donde se pone de manifiesto que el impacto económico de las actuaciones ligadas al desmantelamiento, la gestión de los residuos y la sustitución de la energía nuclear por otras fuentes supondrá la creación neta de unos 300.000 empleos, de los que 100.000 corresponden al desmantelamiento de las nucleares y 200.000 empleos a la instalación de nueva potencia renovable.
“El cierre programado de las centrales nucleares, además de tener un claro impacto positivo en términos ambientales y de seguridad, crea empleo y es un incentivo económico”, ha concluido Montón.