Después de unos años de ralentización en el sector inmobiliario, los datos empiezan a hablar de repunte y, de nuevo, la urbanización costera, o mejor dicho, de la poca costa que queda sin construir, planea en el horizonte con el consiguiente precio para los ecosistemas litorales. La gestión del agua, de la electricidad y los residuosson sólo algunos de los problemas que conlleva la urbanización irracional.
Por eso Greenpeace lanza su campaña Protección a toda costa para, entre otras cosas, exigir protecciónpara las zonas aún no construidas, pedir la eliminación de las infraestructuras ilegales y promover la protección de las aguas internacionales (este próximo lunes 10 de julio se inicia en Nueva York una cumbre de Naciones Unidas para decidir si en 2018 se negocia o no el Tratado de Protección de los Océanos que ponga fin a la falta de gobernanza).
Casi la mitad de la población española vive en la costa, sin contar con el turismo, lo que está reduciendo nuestra biodiversidad rápidamente en algunas zonas. Precisamente, Málaga se encuentra a la cabeza de la urbanización costera frente a Tenerife, ubicado a la cola del ranking.
Es sólo uno de los datos que arroja el informe Protección a toda costa, que se presenta el lunes, y con el que Greenpeace lanza una demanda directa a las autoridadespara que protejan nuestras aguas y los terrenos aún sin construir, y para que desmantelen y recuperen las zonas que albergan construcciones ya declaradas oficialmente ilegales. Según la Responsable de la campaña de costas de Greenpeace, Pilar Marcos, es necesario que, entre otras cosas, “se promueva la filosofía del artículo 132.2 de la Constitución, en el que se define el dominio público marítimo-terrestre incompatible con la existencia de enclaves de titularidad privada sobre el mismo”.
El buque Esperanza, el mayor de Greenpeace, recorrerá hasta el 17 de julio la costa del sudeste español (entre Málaga y Murcia), donde ya existen tramos con una construcción cercana al 80%. Además de recorrer algunos de sus puntos negros, visitará el mar de Alborán, la segunda ruta marítima más transitada del mundo, junto con personas expertas en aves y cetáceos para analizar el impacto humano en sus comunidades (la subida de la temperatura causada por el cambio climático ya está generando el crecimiento de algunas especies animales frente a la reducción de otras).
CALENDARIO
MÁLAGA
7 de julio: Entrada a puerto.
(El barco permanecerá ubicado de viernes a lunes en el MUELLE UNO del Puerto de Málaga)
8 y 9 de julio: Puertas abiertas en el barco Esperanza
Sábado 8 de julio de 11.00 a 13.30 y de 17.00 a 20.30
Domingo 9 de julio de 11.00 a 13.30 y de 17.00 a 20.30
10 de julio: 11 h. Rueda de prensa para la presentación del informe Protección a toda costa, a bordo del Esperanza
Participarán:
Fernando Prieto, autor del informe
Pilar Marcos, responsable de la Campaña Protección a toda costa de Greenpeace
Paul Ruzicky, capitán del buque Esperanza
MAR DE ALBORÁN
11 y 14 de julio: Navegación por el Mar de Alborán junto a personas expertas en cetáceos y aves para analizar la biodiversidad de la zona y sus principales amenazas
CARTAGENA (Murcia)
14-16 de julio: Puerta abiertas en el barco Esperanza (Muelle de cruceros)
Viernes 14 de julio de 17.00 a 20.30
Sábado 15 de julio de 11.00 a 13.30 y de 17.00 a 20.30
Domingo 16 de julio de 11.00 a 13.30
El Esperanza es el mayor de los barcos de Greenpeace. Construido en Gdansk (Polonia), ha sido empleado anteriormente por el gobierno ruso como barco de bomberos. Paul Ruzicky será el capitán de este tour, un veterano activista canadiense que lleva décadas siendo testigo de atrocidades ambientales como los ensayos nucleares del Pacífico Sur o la masacre de ballenas en la Antártida. En 2013, fue detenido en Rusia tres meses, junto a 29 compañeros de Greenpeace conocidos como “los 30 del Ártico”, por supuesta piratería en una acción pacífica de defensa medioambiental.