Comunicado de prensa - septiembre 30, 2016
Esta mañana el Pleno Municipal del Ayuntamiento Zaragoza ha aprobado por unanimidad “poner en marcha las medidas adecuadas para lograr que las emisiones de gases de efecto invernadero causadas por la movilidad urbana del municipio se reduzcan, como mínimo, a la mitad en 2030, respecto de los niveles alcanzados en 2012”. Y para ello se compromete a incorporar “este objetivo (o aumentarlos)” en La Estrategia para la Mitigación del Cambio Climático y la Mejora de la Calidad del Aire y en “todos los planes de movilidad y cambio climático que se elaboren o actualicen durante el resto de la presente o futuras legislaturas”, como es el futuro Plan de Movilidad Urbana Sostenible, previsto para 2018.
De esta manera, Zaragoza es la décima ciudad que aprueba oficialmente el compromiso que anunció Greenpeace con las principales ciudades del país previo al comienzo de la Semana Europea de la Movilidad. Ayer fue Murcia la que lo aprobó también con unanimidad en el pleno municipal. Y las ocho restantes son Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao, A Coruña, Oviedo León y Santiago de Compostela. De las que ya se han comprometido faltan todavía por hacerlo de manera oficial Sevilla y Málaga. Y se está en conversaciones con Palma de Mallorca, Cádiz y Getafe por el momento, porque la idea es que el resto de municipios españoles sigan sumándose.
Greenpeace celebra que Zaragoza haya adquirido este objetivo, que permitirá guiar de aquí a 2030 las políticas de movilidad y urbanas. “Que el compromiso haya contado además con la aprobación de todos los partidos políticos del Consistorio le imprime plena legitimidad para su pervivencia futura, al margen de los cambios que puedan darse en la composición política del Ayuntamiento en futuras elecciones municipales”, ha declarado Mariano González, responsable de Movilidad de Greenpeace.
Para Greenpeace, lo positivo no es solo que Zaragoza muestre su intención por contribuir a evitar el calentamiento global, sino que la consecución de este objetivo traerá consigo palpables beneficios para los habitantes de la ciudad. La necesaria reducción en el número de coches que actualmente circulan por la misma, condición necesaria para cumplir con el objetivo, y las medidas encaminadas para lograrlo: ensanchamiento de aceras,reducción de velocidad,más espacios para bicicletas y mejor transporte público, entre otras, harán que los niveles de contaminación actuales bajen,que el ruido se reduzca y que disminuya la siniestralidad en la ciudad. Todos estos efectos, junto con el espacio público que se liberará para otros posibles usos sociales, hará de Zaragoza una ciudad más habitable y saludable para sus habitantes.