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Ejecutivos de la eléctrica dueña de la central nuclear de Fukushima se enfrentan a cargos criminales


V Aniversario accidente de Fukushima

Comunicado de prensa - febrero 29, 2016
• Greenpeace lo valora como un paso adelante para las víctimas y una advertencia de que Japón debe eliminar por completo la energía nuclear


Ante la decisión de la justicia japonesa de acusar a los ejecutivos de Tokyo Electric Power Company (TEPCO), la compañía eléctrica dueña de la central nuclear de Fukushima, por su incapacidad para adoptar medidas de protección que impidieran la fusión de los tres reactores de la planta, Greenpeace opina que la noticia supone uno de los principales pasos adelante para el pueblo de Japón. También lo ve como una advertencia de que el país debe eliminar por completo la energía nuclear.

“La gente de Fukushima y Japón merece justicia. El procedimiento judicial que ahora sigue debe mostrar el verdadero alcance del enorme fracaso de TEPCO y de los sistemas reguladores japoneses a la hora de proteger a los ciudadanos de Japón”, ha declarado Hisayo Takada, responsable del área de energía de Greenpeace Japón. “TEPCO y el órgano regulador atómico japonés continúan ignorando las demandas de revelar detalles claves de lo que saben sobre las causas del accidente. Los cientos de miles de personas que todavía no pueden regresar a casa merecen conocer todos los hechos”, ha añadido.

TEPCO no tomó ninguna medida para proteger la planta de Fukushima Daiichi ante los informes de un gran tsunami que había sido predicho antes del accidente de marzo de 2011, a pesar de saber que el emplazamiento del reactor era vulnerable. En julio de 2015, el Comité Nº 5 de Tokio para la Investigación Judicial anunciaba su decisión de que el ex Presidente de Tokyo Electric Power Company, Tsunehisa Katsumata, y otros dos ex ejecutivos de la compañía “debían ser acusados” en relación al accidente de Fukushima Daiichi. El tribunal decidió entonces que TEPCO debería haber previsto los riesgos.

En 2008 TEPCO emitió un informe interno que preveía un tsunami máximo verosímil de 15,7 metros. Sin embargo, continuaron insistiendo públicamente en que la altura máxima de un tsunami sería de ocho metros sobre el nivel del mar y por lo tanto no alcanzaría la central nuclear. La central nuclear de Fukushima se encuentra a una altura de 10 metros sobre el nivel del mar, mientras que las bombas de refrigeración de los reactores estaban localizadas a cuatro metros sobre el nivel del mar.

“Tras cinco años desde que comenzó el accidente de Fukushima, el ​​regulador nuclear de Japón está repitiendo el mismo tipo de errores que llevó a cabo con el desastre nuclear de Fukushima. El reactor Takahama 4, con plutonio como combustible, fue reiniciado la semana pasada, pocos días después de que se encontrara una fuga radiactiva en su sistema de refrigeración primario”, ha comentado Raquel Montón, responsable de la campaña antinuclear de Greenpeace. Además de esta última fuga en el circuito de refrigerante primario, hay otras cuestiones pendientes relativas a la seguridad, en los reactores 3 y 4 de Takahama. En enero, la Autoridad de Regulación Nuclear admitió que no sabían si el crítico cableado eléctrico relacionado con la seguridad cumplía con las normas de seguridad contra incendios, un problema que puede suponer un riesgo significativo para la fusión del núcleo del reactor.

“El regulador nuclear de Japón sigue mirando hacia otro lado en la mayoría de las cuestiones sobre seguridad. El gobierno sigue adelante con los reinicios nucleares a pesar de los problemas de seguridad no resueltos que ponen en riesgo a las personas. Desgraciadamente, esta situación recuerda a las últimas decisiones del Consejo de Seguridad Nuclear en España, donde la semana pasada Greenpeace denunciaba con una acción pacífica la falta de independencia del CSN, solicitando la paralización del proceso de reapertura de Garoña, cuyo reactor es gemelo al de Fukushima”, ha apuntado Montón.

Además de esta última fuga en el circuito de refrigerante primario, hay otras cuestiones pendientes relativas a la seguridad, en los reactores 3 y 4 de Takahama. En enero, la Autoridad de Regulación Nuclear admitió que no sabían si el crítico cableado eléctrico relacionado con la seguridad cumplía con las normas de seguridad contra incendios, un problema que puede suponer un riesgo significativo para la fusión del núcleo del reactor.

Un equipo de investigación de radiación de Greenpeace Japón está trabajando estos días en el Océano Pacífico, frente a las costa de Fukushima para investigar los efectos de la radiación en el medio marino.

Nota para los editores:
[1] "Situación de almacenamiento y tratamiento de agua acumulada incluyendo altamente concentrada materiales radiactivos en la estación de Fukushima Daiichi de energía nuclear (237a Release)» 29 de enero 2016, Tokyo Electric Power Company: http://www.tepco.co.jp /en/press/corp-com/release/betu16_e/images/160129e0201.pdf

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