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Greenpeace celebra la anulación del Plan de Ordenación del municipio en el que se ubicaría el ATC

Comunicado de prensa - noviembre 12, 2015
• La decisión del Gobierno de Castilla La Mancha imposibilita la realización del cementerio nuclear.

• La organización ecologista pide la anulación definitiva del proyecto del cementerio nuclear.

Greenpeace celebra la decisión del Gobierno de la Junta de Comunidades de Castilla - La Mancha de declarar nulo el Plan de Ordenación Municipal de Villar de Cañas (Cuenca) en el que estaba previsto ubicar el cementerio nuclear (ATC).

La organización ecologista exige al Gobierno central que reconozca que el ATC es inviable y que no continúe con una huida hacia adelante imposible, a base de más recursos o declaraciones de interés general que no se sostendrían. Solicita que, por contra, cancele definitivamente el proyecto y ponga en marcha un proceso dialogado con toda la sociedad para buscar una solución al problema generado por los residuos nucleares, cuyo primer paso es fijar un calendario de cierre de las centrales nucleares que generan esos residuos.

“El ATC es un intento fallido de engañar a la opinión pública haciendo creer que existe una solución aparentemente segura para los residuos radiactivos, solo para proteger los intereses de las compañías eléctricas que los producen en sus centrales nucleares”, ha declarado José Luis García Ortega, responsable del área de Energía y Cambio Climático de Greenpeace. “Es imprescindible que los partidos que se presentan a las elecciones definan la fecha en las que se comprometen a que todas las centrales nucleares estén definitivamente cerradas”, ha añadido.

Para Greenpeace, la decisión del Gobierno castellano-manchego está plenamente justificada, pues permite frenar un proceso plagado de irregularidades. En la actualidad el CSN ya ha tramitado su informe para la autorización previa del emplazamiento del ATC y ha iniciado la licitación de la obra civil sin tener aún todos los preceptivos informes previos, lo que pone de manifiesto una situación irregular. Greenpeace ha trasladado su profunda preocupación porque muchos de los informes técnicos de evaluación y notas informativas elaboradas por varias áreas de la Dirección Técnica de Seguridad Nuclear del CSN alertan con claridad sobre la mala calidad de los terrenos elegidos para albergar el ATC.

Greenpeace ha documentado ampliamente los peligros que supondría la realización del ATC, no solo en el emplazamiento elegido, sino en las rutas de transporte hacia el lugar. Así lo explica el informe “El viaje de los residuos nucleares al ATC. Un riesgo innecesario para 216 municipios”, presentado junto a una web, en la que a través de un mapa interactivo se reproducen las siete rutas para el transporte de residuos que ha designado la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa) en su proyecto del cementerio nuclear, así como los puntos negros de las carreteras por los que pasarán. Desde la web los ciudadanos pueden pedir a los ayuntamientos de los municipios afectados que promuevan el apoyo de una moratoria.

Los motivos que la organización expone para pedir la paralización del ATC de Villar de Cañas son:

  • Los riesgos que implican estos transportes, por la radiación que emiten y especialmente por el peligro de accidente, que nunca puede descartarse.

  • La disminución del valor de las propiedades inmobiliarias en las zonas por las que circularían ese tipo de materiales y el factor de ansiedad y estrés emocional que supone residir en las inmediaciones de esas rutas.

  • El despilfarro económico que supondría el proyecto: 1.000 millones de euros, que asumiría Enresa (es decir, toda la ciudadanía), frente a los 20 millones que cuesta aproximadamente cada almacén individualizado creado en cada la central.

  • Que se puede renegociar una vez más la fianza con Francia respecto a los residuos nucleares que están alojados en La Hague.

  • Que se puede encarar un plan de gestión de residuos radiactivos y desmantelamiento nuclear seguro y democrático.

Greenpeace es una organización independiente que no acepta dinero de gobiernos ni empresas para poder denunciar a todas aquellas personas o instituciones que amenazan al planeta. Solo el apoyo desinteresado de nuestros socios y socias hace posible nuestro trabajo.

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