Comunicado de prensa - mayo 4, 2015
• La industria atunera española y francesa logran que se permita un número excesivo de destructivos sistemas de agregación de peces.
• La organización ecologista denuncia que el acuerdo beneficia la sobrexplotación del atún del Índico.
Greenpeace lamenta que la reunión anual de la Comisión del Atún para el Océano Índico (IOTC, en sus siglas en inglés) haya concluido con un acuerdo inaceptable para los océanos, que permitirá un excesivo número de dispositivos de agregación de peces (FAD, en sus siglas en inglés) con el fin de mantener esencialmente los intereses pesqueros de España y Francia.
La reunión de la Comisión, que ha tenido lugar en Busan (Corea del Sur), ha acordado permitir un total de 550 sistemas de agregación por barco, lo que significa que tolere y “legalice” a los buques y compañías pesqueras que ya venían utilizando un número excesivo de estos sistemas, principalmente buques de bandera o empresa españoles y franceses. Para Greenpeace, esta medida tendrá un “efecto llamada” y hará que otras flotas aumenten significativamente el número de estos dispositivos, y por tanto la capacidad de pesca de atún con cerco en la región.
La pesca de atún con FAD es altamente destructiva. Consiste en estructuras que se dejan flotando en el océano y que atraen a los bancos de peces y a otros seres marinos como juveniles de atún, tortugas marinas, y tiburones ballena. Estos quedan atrapados en el cerco y son capturados junto al atún. En el océano Índico, donde se está realizando una pesca incontrolada, no hay una estimación fiable del número de estos sistemas ni del número de barcos pesqueros.
“Este acuerdo, que ha sido presentado como una herramienta de control del número de estos dispositivos, no es más que un engaño que disfraza los intereses de las flotas para aumentar su capacidad pesquera. Es además una lamentable prueba del fracaso de la Comisión del Atún para el Océano Índico para gestionar los problemas derivados de este tipo de pesquería”, ha declarado Celia Ojeda, responsable de océanos de Greenpeace. "El acuerdo demuestra que la Unión Europea apoya el interés de un puñado de empresas pesqueras españolas y francesas, en detrimento de otros pescadores sostenibles de la región".
La organización ecologista denuncia que este acuerdo es inaceptable al permitir así una expansión de este sistema de pesca altamente destructivo. La pesca de atún, cuyo final en mercado es su venta en latas, puede realizarse con otros métodos de pesca mucho más sostenibles, que aseguran la continuidad de las poblaciones de atún y la protección de otras especies afectadas, como las tortugas y los tiburones. La alternativa es la pesca con caña y línea y el cerco sin FAD, o “FAD free” que ya se pueden encontrar en algunas latas.
La capacidad de pesca de atún sigue aumentando a nivel mundial y la construcción de nuevos buques de cerco y la proliferación de FAD significa un gran aumento en la capacidad de pesca de las flotas atuneras, lo que pone cada vez más en un riesgo las poblaciones de atún. A todo esto hay que sumarle un incremento de la pesca ilegal, no declarada, ni reglamentada, y la ineficiencia de los países que pescan en el océano Índico para evaluar el estado del stock de atún. La proliferación continuada de FAD utilizados por las flotas de cerco, está haciendo cada vez más difícil que la existencia de otros sistemas de pesca mucho más sostenibles.
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