Comunicado de prensa - febrero 24, 2015
• Las centrales nucleares de Trillo y Zorita, ambas en Guadalajara, ejecutaron ayer sus planes de actuación ante terremotos.
• El Estudio de Impacto Ambiental del cementerio nuclear, en Cuenca, no prevé un estudio sismológico.
• El fracking puede inducir la sismicidad y agravar los problemas de seguridad en las instalaciones nucleares.
Ante el terremoto de 5,2 grados de magnitud ocurrido ayer en la provincia de Albacete, Greenpeace denuncia que el Consejo de Seguridad Nuclear no ha realizado todavía la caracterización sísmica requerida por la Comisión Europea. Tras el accidente de Fukushima, Europa recomendó en 2012 la actualización de la amenaza sísmica mediante la caracterización de las fallas activas de la península Ibérica (1). Pero tres años después, todavía no lo ha hecho (2), a pesar que el Consejo de Seguridad Nuclear también consideraba que debía iniciar un programa de actualización siguiendo la normativa más reciente del OIEA.
“En estos cuatro años hemos visto terremotos de gran intensidad en Lorca, en la costa de Vinaroz y ahora en Ossa de Montiel. Pero el CSN está trabajando para revisar la vieja nuclear de Garoña en vez de cumplir con las recomendaciones sobre seguridad sísmica”, ha declarado Raquel Montón, responsable de la campaña antinuclear de Greenpeace.
Ayer las centrales nucleares de Trilllo y Zorita (en desmantelamiento en la actualidad), ambas en la provincia de Guadalajara, pusieron en marcha su procedimiento de actuación en caso de movimiento sísmico, que incluye, entre otros aspectos, comprobar y evaluar posibles daños en las estructuras de la instalación. En el caso de Zorita se comprobó también la estructura del Almacén Temporal Individualizado (ATI) de combustible gastado.
En una central nuclear, un terremoto puede causar daños estructurales, de sistemas y de componentes, lo que ocasionaría un accidente nuclear grave. Las vibraciones de los terremotos también pueden producir incendios e inundaciones. Toda deficiencia en cuanto a la protección contra incendios o el almacenamiento adecuado de los equipos de emergencia en las centrales podría agravar un accidente.
El proyecto de Almacén Temporal Centralizado de Residuos Nucleares en Villar de Cañas (Cuenca), también se encuentra a unos 140 kilómetros del epicentro del terremoto. Este proyecto, con graves deficiencias de todo tipo, tampoco valora este riesgo en profundidad. En concreto según la memoria del Estudio de Impacto Ambiental indica refiriéndose a los riesgos sísmicos que "Estos eventos denotan la baja sismicidad del entorno y no han podido ser asignados a ninguna falla conocida", por estos motivos el proyecto no recoge ni prevé realizar un estudio sismológico de detalle en el emplazamiento.
La organización ecologista quiere recordar además que el fracking puede producir sismicidad inducida. Tal y como publicó la revista Science el pasado mes de julio, esta técnica se relaciona con el incremento del riesgo de terremotos de baja y media intensidad, por lo que los autores del estudio reclaman que no se realice en zonas de riesgo. Sin embargo, tanto en las proximidades del proyecto del ATC como en las proximidades de la central nuclear de Garoña en Burgos, se están valorando la realización de este tipo de proyectos. Además, el terremoto de ayer afectó a una zona con licencia para buscar hidrocarburos, lo que incrementa aún más los riesgos.
Notas:
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