Comunicado de prensa - enero 16, 2015
Nueve semanas después del inicio de las prospecciones petrolíferas en aguas de Canarias, Repsol ha anunciado su retirada de la zona tras hallar solo gas y en cantidades no rentables económicamente.
Las actividades de Repsol han puesto en serio peligro el futuro socioeconómico del archipiélago, dado que estas operaciones implican daños directos al medio ambiente, por lo que Greenpeace exige a la multinacional y al Gobierno que realicen una evaluación de los impactos de sus operaciones y cómo estas han afectado a la fauna y flora de la zona.
Las prospecciones petrolíferas como las que ha llevado a cabo Repsol en Canarias siempre producen una importante contaminación acústica que afecta a las especies animales de la zona, ya sea por el ruido de los barcos o por la caracterización del fondo y del subsuelo mediante por el uso de sonar de barrido lateral, y por el uso de perfilador de fondo y perfilador acústico vertical. A esto hay que añadir la contaminación química producida por los lodos de perforación, los ripios o materiales extraídos del pozo que han sido vertidos al mar por toneladas y la movilización de contaminantes del subsuelo, además del riesgo que ha existido en todo momento de vertido accidental.
“Repsol se marcha de Canarias por la puerta de atrás y sin dar explicaciones. Es una actitud intolerable que denota la impunidad con la que ha operado la multinacional gracias al amparo del Gobierno central quien también deberá dar explicaciones”, ha declarado Julio Barea responsable de campaña de Greenpeace. “Ahora deberían evaluar que daños han causado sus operaciones en toda la zona”.
Las prospecciones en aguas canarias fueron desaconsejadas totalmente por científicos españoles e internacionales, ya que se realizaban en un frágil ecosistema de características únicas (1). Además, contaban con un amplio rechazo social e institucional. A pesar de ello, el Gobierno central ha hecho todo lo posible para permitir a la multinacional buscar petróleo en este lugar. Incluso a costa de vulnerar leyes y directivas europeas, lo que ha provocado que tanto Greenpeace como colectivos e instituciones canarias denunciaran el caso en Bruselas y que actualmente está en investigación tanto por el Parlamento como por la Comisión Europea.
Greenpeace quiere hacer hincapié en que el Gobierno central ha puesto los intereses de Repsol por encima de los de la ciudadanía y que incluso ha destinado un buque de la Armada, pagado por todos los ciudadanos, para proteger las operaciones de la multinacional privada, como quedó de manifiesto el pasado 15 de noviembre, tras las embestidas que sufrieron las embarcaciones de los activistas de Greenpeace que denunciaban las prospecciones pacíficamente. La organización ecologista, también destaca que Repsol impidió en diciembre que científicos canarios se acercarsen a la zona para tomar medidas de los niveles de ruido en el lugar.
(1) Canarias alberga 30 especies de cetáceos, 28 de ellas observadas en el área de las prospecciones, al este de Fuerteventura y Lanzarote. Al menos 11 de ellas viven todo el año en la zona, además de contar con tortugas marinas de seis especies distintas y una importante riqueza en sus fondos marinos.
Greenpeace es una organización independiente que no acepta dinero de gobiernos ni empresas para poder denunciar a todas aquellas personas o instituciones que amenazan al planeta. Solo el apoyo desinteresado de nuestros socios y socias hace posible nuestro trabajo.